Cap3 Mi madre mi muñeca - Relatos Eróticos

Cap3 Mi madre mi muñeca

... aguanto normal. Dijo viéndolos

- ¿Aguantar que Sara?

- Sus bromas claro, jijiji.

- Primero hay que jugar. Dijo Carmen

- ¿A qué?

- A la botella.

- Ay sí, eso me gusta, es divertido, lo hacía con mis amigos todo el tiempo. Dijo emocionada y acabándose una cerveza de golpe para ponerla en el centro

“todos alrededor”

- Bien, ya conocen las reglas, pico manda y trasero paga, jijiji.

- Espera prima, ¿valdrá todo? Preguntó burlón

- Obvio, si estamos entre adultos, aquí nadie dice no, además lo que pase aquí se queda aquí.

- ¿Sara?

- Ay Rubén, bien que quieres algo más con Carmen, el favor que te hago.

- Caray con mi mujer, bueno, si ella quiere jugar así, no hay problema.

- Denle más cerveza, ese es el marido que siempre quise, jijiji.

Le dieron una botella llena y papá sonriente comenzó a tomar.

- Bien, empecemos.

Mamá giró y para suerte de mi padre le tocó con Carmen.

- Mando yo, dale un beso a mi marido.

- No, que haces Sara, jajaja.

- Dáselo y tu abre la boca tonto.

Mamá le hizo una seña a su nueva amiga y está entendiendo se fue acercando melosa.

- Ven que no muerdo chiquito.

- Estoy casado.

- Que no importa, cuando jugamos esto todos somos solteros.

Carmen tuvo que tirarse encima de él, para primero sacudirle los pechos en la cara (sabiendo que eso lo derretía) y luego ir a por su beso, lo gracioso es que papá no abría la boca y ella quería meterle la lengua, por lo que no tuvo mejor idea que ...

... apretarle el bulto.

- Eso, comételo, jijiji.

Y como papá cerró los ojos, ambos hombres le respiraron las orejas a mi madre.

- Uy, pero si yo no he perdido.

- No me miren así.

- Que soy tímida. Dijo mordiéndose un dedo

A lo que estos se lanzaron a besarle la cara, a lamérsela y hasta mordérsela.

- Mierda.

- Estos saben poner un chocho al vapor.

Pero ahí no quedo todo, uno bajo a chupetearle el cuello y el otro se quedó a comerle la oreja.

- ¡Uhm!!

- Dios mío.

- Ya.

- Tranquilitos.

- No me voy a escapar.

Iban a desabrochar su blusa, pero al ver que papá quería reincorporarse sonriente y mordiéndose los labios los empujó.

- Reto cumplido amor.

- Y bien contento que quedaste, ¿no?

- Tu ordenaste, ya no es mi culpa. Dijo alegrón

- Si hasta parece que deseabas otra mujer hace tiempo, mira tu cara pendejo, jijiji.

- ¿En serio? Caray, lo siento.

- Ya no importa, tómalo con un regalito mío, por sacarme a rumbear.

- Lo haré más seguido.

- Hijo de…jijiji.

Volvió a girar y esta vez le tocó a uno de los tipos con Carmen.

- Parece que soy la esclava esta noche, espero no termine azotada, jijiji.

- Bésate con Sara.

- ¿un beso tiernito o uno con chilito? Dijo juguetona

- El que acostumbras, con harto chile.

- Bueno, lo lamento por ti primita.

- ¿Así? pues quien sabe quién lo lamente.

Mamá no se dejó intimidar y ambas quedaron desafiándose con la mirada, hasta que Carmen se puso de pie y acercándose la cogió ...