1. Mi novia calza un buen rabo


    Fecha: 15/10/2024, Categorías: Transexuales Autor: El Manso Embravecido, Fuente: CuentoRelatos

    ... erudición, oratoria, su elegancia, cultura y belleza.
    
    Jennifer vivía cerca de la cafetería y lo invitó a ir a su casa para tomar un vermut y prestarle algún libro.
    
    Paseando por la calle, Luis no desmerecía tampoco a su lado, a pesar de la diferencia de edad. Es un hombre clásico a lo que a moda se refiere, pero juvenil y esbelto en el aspecto.
    
    Ya en el interior del apartamento, mientras Jennifer preparaba los vermús, Luis hojeaba algunos libros de la amplia biblioteca del salón.
    
    Brindaron, bebieron y a él le faltó tiempo para lanzarse a besarla y acariciar el rostro tan fino y perfumado de su amada Jennifer.
    
    Se dirigieron a la habitación y comenzaron a desnudarse mutuamente, con una cierta ritualidad calculada.
    
    Ya desnudos, Luis no pudo evitar experimentar una cierta herida en su masculinidad al comprobar que su chica poseía un pene más largo y grueso que el suyo.
    
    Jennifer lo tumbó sobre el colchón de su cama de un empujón y se abalanzó sobre él, para comerle la polla con furia.
    
    Cuando ya la tenía bien lubricada, se colocó en cuclillas sobre la cara de Luis para que le comiera bien el ojete y se lo lubricara también.
    
    A los pocos minutos, Jennifer estaba tan cachonda que no esperó más y se empotró, en tres fuertes empellones, toda la verga de Luis en el interior de su culo.
    
    A medida que marcaba el ritmo, sus grandes y turgentes pechos iban bamboleando a ritmo suelto. Otro tanto le ocurría a su polla, que daba la impresión de cobrar vida propia y ...
    ... ponerse a bailar.
    
    Pasado un cuarto de hora, Luis ya no pudo más y comenzó a correrse dentro del culazo de aquella morena.
    
    Ella se desenganchó, acercó su trasero a la cara de Luis y le dijo:
    
    –Trágate todo lo que salga de él, que es tu lechada. Por mi parte, mi interior está muy reluciente.
    
    Efectivamente, a los pocos segundos comenzaron a salir unos chorrillos de esperma de su ano que le resbalaron por la cara a Luis y otros que le entraron en su boca.
    
    Él no hacía más que relamerse y chupar el orificio anal de Jennifer hasta dejárselo bien limpito.
    
    –Bueno, ahora me toca a mí, ¿no? –prosiguió Jennifer.
    
    –Ah, no. Por ahí sí que no paso. El precinto anal de mi trasero seguirá sin romperse. Eso es una línea roja –se apresuró a decir Luis.
    
    –Me conformo con que me la comas –le respondió Jennifer.
    
    Luis tenía muy claro que era hetero, los penes no le iban. Pero estaba muy ilusionado con Jennifer y no quería perderla. Así que, a eso sí que accedió.
    
    Se puso de rodillas ante su amada y comenzó a introducirse aquel falo, poco a poco, por la garganta. Ella lo agarró por la nuca y de un empurrón se la metió toda dentro.
    
    –Trágatela toda, maricón. No recules –le dijo con actitud chulesca.
    
    Luis comenzó a tomar conciencia de lo mal que lo pasan algunas mujeres cuando se ven forzadas por sus machos a hacer gargantas profundas. Él tuvo dos o tres arcadas y las correspondientes babas que eran el efecto de aquellas causas. Se le iban escurriendo por la comisura de ...