1. Soy novata 8


    Fecha: 17/10/2024, Categorías: Incesto Autor: Soynovato, Fuente: TodoRelatos

    ... gusto, joder!
    
    -¿Tenéis hambre, chicas? Porque yo voy camino de la cama, estoy agotado.
    
    -Pobre…debes estar sin fuerzas para nada. Tira, nosotras vamos ahora.
    
    .
    
    .
    
    Las dos nos quedamos disfrutando de la noche. El fresquito de octubre nos obligó a taparnos, eso sí. Nos echamos las toallas por encima.
    
    Tuvimos la conversación madre-hija que nunca habíamos tenido. Ella y papá estuvieron casados casi 20 años. Se casaron jóvenes y empezaron una vida nueva. Ambos querían largarse de casa.
    
    Esa nueva vida les fue bien. Papá ganaba una pasta, el piso que se compraron les gustaba a los dos. Colegio de pago para mí, clases de ballet, de patinaje, de karate, incluso una temporada en fútbol.
    
    En 20 años tuvieron 3 coches nuevos. Vacaciones en la playa, en el campo, escapadas solos en las que yo me quedaba con los abuelos. Y sin queja en el sexo. Quizá monótono, con alguna postura innovadora, pero siempre en la cama. Ahora me confesaba que a ella le hubiera encantado hacerlo a media tarde, o en el mar. Que papá la hubiera masturbado en el cine. Le hubiera encantado ducharse juntos. Que la llamara desde la oficina para decirle obscenidades. Le hubiera encantado recibirlo en pelotas, cuando llegaba del trabajo a las 18:30. Mamársela en la entrada de casa, sin que ni siquiera soltara su maletín.
    
    Echó en falta esa lencería roja regalada por sorpresa y sin razón.
    
    Él lo arreglaba todo poniendo billetes en una jarra de cerveza de cerámica que alguien les trajo de la ...
    ... Oktoberfest. Allí llegaron a haber más de 2.000€
    
    Pero todo parece indicar que papá tenía en casa a su esposa y luego tenía a sus zorritas por ahí. Un tipo alto, bien cuidado y con dinero, siempre sabía lucirse y conseguía follarse a cualquier muchachita ávida de nuevas sensaciones.
    
    Por el contrario, yo era una gorda con dificultades para vestir bonito. Todo lo que me gustaba me iba pequeño. Terminaba llevando el clásico vestido/túnica de gorda, las camisetas XXL, algún vaquero elástico que marcaba mi buen culo y poco más.
    
    Empecé pronto en el sexo. Y es que por las noches oía como mi madre se corría, siendo vilmente empotrada por el hombre de la casa. Una vez les espié y vi como mi padre le daba fuerte mientras la tenía de perrito. Vi como sus huevos chocaban contra su clítoris en cada embestida. Vi como se detenía, con la polla bien adentro, para llenarla de leche.
    
    Pero nunca tuve la suerte de dar con mi caballero andante ni con mi príncipe azul. Mis conquistas se reducían a los despojos de las 4 de la madrugada, con algún cubata de más, con ganas de follarse a cualquiera. Y muchas noches yo era esa cualquiera. La gorda de la disco.
    
    En esos oscuros y lúgubres reservados me follé a un buen puñado de tíos y se la mamé a otros tantos. Pero ninguno me hizo chillar como yo oía chillar a mamá, mordiendo la almohada.
    
    Acostumbraba a salir con Soraya…y follaba más que ella. Pero es que ella, antes de conocernos, tuvo un serio problema. Ella debutó muy joven… y por ...