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Entre vecinos
Fecha: 01/11/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: rosameler, Fuente: TodoRelatos
... pero no había forma y ella molesta le dijo que hiciera algo. ―Esto no se levanta con nada―dijo ella―mejor vuelve otro día. ―No―él agarró su brazo―chupa mi polla un rato. ―Mira, no voy a hacer eso sino va a dar resultado. Tras unos cuantos forcejeos, él le asestó un fuerte bofetón que la dejó atónita. ―Eso te pasa por..uff―no pudo terminar la frase porque recibió una patada justo en los testículos que lo dejó sin aire. Agarrando sus huevos, se arrodilló tratando de recuperar un poco sus fuerzas. ―Ahora será mejor que te vayas o llamaré a la policía no sin antes dejarte impotente por lo que resta de vida―amenazó ella. El hombre cuando pudo se puso en pie y se marchó cojeando, aún con mucho dolor. Rodrigo no olvidaría lo que vio, pero sobretodo…lo que ocurrió al día siguiente. Al cabo de unas horas acudieron un par de hombres bien fornidos, ambos en tirantes y pantalón corto. Ella los recibió encantada cuando vio que la empujaban. Eran los nietos del abuelo golpeado antes y no dudaron en desnudarla. El chico no sabía si llamar a la policía cuando vio las intenciones de ellos. Se desnudaron del todo, ambos bien dotados y con grandes huevos. Por alguna razón, su polla se sentía más dura que de costumbre. Melisa, dejó de luchar suplicando clemencia. ―Vas a chuparnos la polla y luego veremos que hacemos contigo―dijo uno de ellos todo orgulloso y mandando. Ella asintió y se puso a mamarles los penes con fuerza y pasión, provocando olas de ...
... placer y el chico se la empezó a sacudir. Cerró los ojos unos segundos pero los abrió enseguida al escuchar unos gritos de dolor. Al mirar, vio a ambos agarrados de sus huevos mientras la mujer presionaba con tanta fuerza, que ambos caían al suelo llorando y tratando de zafarse de ella, pero no podían pues no les quedaba nada de fuerza para defenderse. Con un tirón los dejó bien inutilizados en el suelo mientras ellos se agarraban sus partes. No contenta con eso, agarró la cuerda de tender y los ató a los huevos para luego tenerlos bien sujetos de las pelotas mientras ellos trataban de quitar inútilmente el nudo. Sus pollas ahora flácidas por la pérdida de erección eran más ridículas y Melisa disfrutaba sacando fotos y vídeos de la situación. ―¿Sabéis qué poco a poco empiezan a ponerse moradas? ―preguntó sensualmente. Ellos se miraron y efectivamente estaban muy rojas tirando a moradas. Ambos lloraban porque encima ella cada vez que tiraba de una de las cuerdas, provocaba un tirón que producía un gran dolor en ellos. Pero los soltó finalmente dejando a ambos agradecidos hasta que ella les pegó tal patada aprovechando su guardia baja que los dejó un rato tumbados allí. Tras esto, se marcharon prometiendo no tratar de vengarse ni hacer nada ya que tenía pruebas de sobra para meterlos en la cárcel. Rodrigo eyaculó casi al instante con esas patadas. Ya en la noche, el chico se había quedado solo porque su madre estaba de cena con unas amigas. Solamente había unas ...