El nuevo jefe de mi esposo
Fecha: 03/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: liliana111083, Fuente: CuentoRelatos
... ¿verdad?"
Le miré a los ojos, sonreí y respondí: "Sí, lo es. Estoy deseando tener más momentos como el de esta noche".
Las yemas de sus dedos siguieron acariciando mi cuerpo. Me frotó lentamente el culo con suaves movimientos circulares.
"Pasaremos muchos buenos momentos juntos, nena. Ya lo verás. Ahora dime, Liliana, ¿alguna vez te habían follado este hermoso y apretado culo?”
"No, cariño. Nunca he tenido sexo anal".
Él sonrió y susurró: "Bien, yo voy a desvirgarte el culo".
"No, no, tu polla es demasiado grande."
"Oh, nena, me encanta tu culo. Uno tan hermoso y apretado como el tuyo necesita que le enseñen los placeres del sexo anal, créeme".
Sentí miedo al pensar en lo doloroso que sería. Me dijo: "Será un acontecimiento que iremos preparando, pero recuerda, lo que hagas por mí demuestra nuestro compromiso mutuo. Pero por ahora, quiero más de ese coño apretado. Ven, usa esa boca para prepararme y que pueda follarte otra vez".
Sonreí al oír que quería follarme más. "Oh, sí, cariño, quiero más de esto", dije, moviéndome entre sus piernas, y tomé su polla una vez más en mi boca. Los gemidos de Gonzalo llenaron la habitación. Siempre me ha gustado oír gemir a un hombre cuando le chupo la polla. Me excita mucho y me hace chuparlo más rápido. Cuanto más crecía su polla en mi boca, más subía y bajaba mi boca.
De repente, gritó: "Ponte a cuatro patas". Rápidamente seguí sus instrucciones y me puse a cuatro patas sobre la cama. Tiró de mí hasta el ...
... borde de la cama y se colocó junto a ella. Sentí su polla contra mi abertura. Sus manos me rodearon las caderas y sentí cómo me empujaba con su enorme y gruesa polla. Jadeé mientras me llenaba con su polla.
Gonzalo me clavaba su polla con fuerza y hasta lo más profundo de mi concha. Era sexo animal, básico, puro instinto. Embestía cada vez más fuerte y rápido. Con cada embestida, me hundía la cabeza en la cama. El sonido de su cuerpo golpeando con fuerza contra el mío y el aroma de nuestro sexo llenaban la habitación. De repente sentí un fuerte golpe en el culo mientras Gonzalo me azotaba. Nunca me habían azotado así, y me estaba excitando. Empujé mi culo contra su pelvis para clavarme más su polla mientras sentía las primeras oleadas de otro orgasmo. Grité, suplicándole más. Mi cuerpo empezó a temblar y mis gemidos se convirtieron en gritos de placer. Gruñí mientras mi cuerpo se tensaba y grité: “¡Me corro!".
Siguió penetrándome mientras yo seguía convulsionando en mi propio orgasmo. Cuando mi cuerpo se puso flácido, Gonzalo sacó su polla de mi coño. No me dio tiempo a recuperar la compostura. Tiró de mí y me metió su enorme tranca húmeda en la boca. Abrí mi boca hambrienta y saqué mi lengua lo más que pude para facilitarle la tarea. Me agarró la cabeza y me folló la boca. Una vez más, no fue gentil. Me metió la polla hasta el fondo de la garganta. Mis arcadas pasaron desapercibidas y él bombeó su polla dentro y fuera de mi boca. Sentí su polla agitarse y palpitar. Apreté ...