El nuevo jefe de mi esposo
Fecha: 03/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: liliana111083, Fuente: CuentoRelatos
... me senté sobre mis talones agarrando sus boxers por la cintura. Los bajé. Salió disparada la polla más grande y gruesa que jamás haya visto. Mis ojos se abrieron como platos y sin darme cuenta susurré, “Oh, dios, es enorme.”
Mirando a Gonzalo a los ojos, froté su enorme verga contra mi cara. El gimió, “Eso es, chúpala.”
Sostuve su polla con ambas manos en la base y envolví mis labios alrededor de esa gruesa polla negra. Siempre me ha encantado hacer mamadas pero no estaba segura de que podría meterlo en mi boca. Abrí la boca y envolví mis labios alrededor de su polla, y lentamente tragué todo lo que podía sin sentir arcadas. Pensé que no podía creer que tenía mis dos manos alrededor de su polla, que lo tenía en mi boca, y aún quedaba más.
Mi boca se movía arriba y abajo sobre su cañón mientras mis manos lo masturbaban. Gimió mientras me decía lo bien que se sentía y me dijo que siguiera chupando su polla. Recuerdo haber pensado lo sexy que era que fuera tan dominante y seguro de sí mismo. Fue bastante excitante para mí. Me hizo chuparle la polla más rápido.
Mi boca estaba bien abierta mientras me deslizaba hacia arriba y hacia abajo sobre su polla. Mientras lo chupaba más rápido, la punta de su polla llegó a mi garganta, haciéndome sentir arcadas, algo a lo que no estaba acostumbrada, pero su polla era tan grande y gruesa que me atraganté.
De repente, Gonzalo sacó su polla de mi boca y me hizo ponerme de pie. Me sorprendió porque esperaba chuparle la polla ...
... hasta que disparara su carga en mi boca y me tragara toda su leche.
"Todavía no", susurró.
Luego me tomó en brazos y me llevó al dormitorio. Me depositó en la cama king-size y se acercó a mí. Se sentó a horcajadas sobre mis piernas y podía sentir su gran polla negra descansando sobre mi muslo. Me ponía nerviosa que me la metiera, pero al mismo tiempo me excitaba. Gonzalo se inclinó y besó mi pezón izquierdo antes de llevárselo a la boca y chuparlo. Gemí más fuerte mientras mis manos se movían a la parte posterior de su cabeza, apretándola más contra mis tetas.
Vi cómo el Gonzalo abandonaba mi teta izquierda y bajaba besando mi vientre. Una vez más, me di cuenta de lo sexy que era el contraste de nuestra piel mientras seguía besándome más abajo. Gonzalo se arrodilló entre mis piernas. Me abrí más para él. Sentí sus dedos frotándome el clítoris mientras me miraba sonriente. Mientras seguía frotándome el clítoris, mis caderas se levantaron de la cama para rozar contra sus dedos. Le miré a los ojos y vi cómo sonreía y bajaba su cara entre mis piernas. Dejé escapar un fuerte gemido al sentir su lengua pasar sobre mi clítoris. Pedí más y gemí: "Oh, sí, no pares, lámeme".
Al sentir su lengua en mi clítoris endurecido, sentí dos dedos deslizarse en mi coño empapado. Poco a poco se deslizaron profundamente en mí mientras Gonzalo chupaba mi clítoris. Mis caderas se retorcían y mis manos se aferraban a las sábanas sin poder saciarme de aquella comida de coño que Gonzalo me ...