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La pantera y su hijo
Fecha: 05/11/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Su cara estaba muy cerca de la mía. - Mario. Es una diosa follando. Contraataqué. A ver como se quedaba. - Soy muy consciente de ello. Está muy buena. Volví a atragantarme pensando en esa madre e hijo follando juntos. Y dándome mucho más morbo. Y entones cuando su mano casi empezaba a rozar mi polla y notaba el glande de la suya rozando mi muslo me besó suave y tierno en los labios. Los separé para que las lenguas pudieran jugar sin estorbos ni descanso. Mi mano se fue derecha a su culo duro para pegarle a mi cuerpo. Solo separé el beso para preguntarle: - ¿Que diría tu madre si nos pilla así?. - Disfrutaría del espectáculo. Ahora fue él quien bebió agua de mi vaso y me la pasó de boca a boca directamente. El beso fue tan lascivo como los de su madre. Sospechaba que era con quien él había aprendido a jugar así con la lengua. Y las dos pollas, ya duras para entonces, estaban juntas apretadas entre nuestros vientres desnudos. Los dos jugábamos con el culo del otro manoseándolo con fuerza. Se arrodilló entre mis pies y empezó a lamerme los depilados huevos. Lo hacia tan bien como su madre. Así que suponía que ella no sólo le había enseñado a besar. Levanté la vista. Entonces la vi en la puerta sonriéndonos, tan desnuda como nosotros. Una mano en su coño, dos dedos dentro de él. Volvía a estar excitada mientras miraba como su hijo le hacia una maravillosa mamada al chico con el que había follado esa noche. Mi rabo aún tendría el sabor de su ...
... almeja aunque lo había lavado un poco. Entonces noté uno de los dedos del chico abriéndose camino hacia mi ano, un sitio que su madre había explorado delicadamente con anterioridad, con su lengua y su mano entre mis piernas. Dejándole hacer con el dedo mientras apretaba mi glande contra el paladar con su lengua. Ni se había dado cuenta de que ella nos miraba hasta que dijo: - Chicos. ¿Por que no volvemos a la cama?. Estaremos más cómodos. Estaba claro que la invitación era para los dos. Pensar que ella nos quería a los dos en su lecho, desnudos y follando hizo volar mi imaginación. Le miré a los ojos a ver como reaccionaba pero no hizo mas que incorporarse con naturalidad. Agarró mi polla con la mano para conducirme de vuelta al lecho de su madre. Y lo necesitaba por que me habría perdido en ese piso enorme. Ella nos seguía rozando mi espalda con sus pezones y agarrando mi culo. Nos hizo tumbar boca arriba lado a lado. Se colocó entre nosotros y agarró nuestras pollas cada una con una mano. Nosotros empezamos a besarnos y a compartir babas mientras ella nos las chupaba alternativamente. - Bueno chicos, parece que os habéis hecho amigos enseguida. A ver que sabéis hacer. - ¿Me quieres follar?. Me preguntó Mario. Lo estaba deseando desde luego. - Por supuesto. Me parece que no voy a ser el primero en disfrutar de ese culito tan duro. Pero seguro que tu madre también quiere estar con nosotros. - Hay opciones. Sobre todo si tu también quieres que te ...