1. El aprendiz de fontanero


    Fecha: 07/11/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre no importa, mi aspecto tampoco importa demasiado. Sin embargo, les contaré algo de mí que considero importante para el relato. Tengo 44 años y soy mujer. Vivo con un tío que me saca cinco años de edad y una cabeza de estatura. Lo segundo está bien, ya que me gustan altos. Mi "chico", como le llamo a pesar de la edad, me gusta ya que habla bien y es lo suficientemente culto como para no aburrir. En la cama tampoco se maneja mal del todo, pero bueno, al final es un poco lo mismo de siempre. Aun así, le quiero, eso que quede claro.
    
    Hará una semana o así, el sol se coló por la rendija de la ventana despertándome unos minutos antes de la hora. Me estiré en la cama todo lo que pude intentando acallar un enorme bostezo. Miré a mi hombre que dormía junto a mí, dándome la espalda. En ese instante acababa de despertarse y distraído, se rascaba el culo enfundado en unos calzoncillos azul oscuro.
    
    Suspiré.
    
    Hubo un tiempo en que su trasero me gustaba. Incluso había jugado a besar las peludas nalgas o a rozar mi mejilla contra ellas notando el cosquilleo de esos pelos. Entonces, él era un adicto al gimnasio y estaba bien duro. Por desgracia todo eso formaba parte del pasado y ahora, a la falta de ejercicio, se unía la edad. La gravedad tiraba sin misericordia de su culo y lo que antes era consistencia ahora tenía cierta flacidez.
    
    "Por lo menos no se ha tirado un pedo" pensé.
    
    Y es que las flatulencias accidentales se repetían con cierta frecuencia durante esas ...
    ... mañanas. Algunas, insonoras, podían pasar desapercibidas al oído, pero no al olfato. Pero bueno, una se acostumbra a todo y, además, si él ventosea yo me tiro algún que otro cuesco que a veces, todo hay que decirlo, relaja bastante.
    
    Pero ese día, en lugar de ruidos y olores, tuvimos sexo. Lo que se conoce como "un rapidito".
    
    -¿Lo hacemos?- me dijo
    
    - No creo que te dé tiempo. - repliqué.
    
    - Será rápido. - concluyó.
    
    Me puse de lado y me quité las bragas. Él me tomó por detrás, introduciendo su miembro en mi vagina. La verdad es que da un gustito especial cuando no se espera.
    
    ***********
    
    Horas más tarde, mientras fregaba los platos, el sumidero del fregadero de la cocina se atrancó.
    
    Intenté solucionarlo con un desatascador de ventosa, pero el problema persistía y decidí llamar a un fontanero.
    
    El profesional llegaría en media hora. Me cambié de pantalones de casa, poniéndome unos limpios y me eché un poco de perfume. También aproveché para ventilar la casa.
    
    Cuando el timbre sonó me encontré con dos hombres, uno que pasaría de los cincuenta y muchos y otro mucho más joven que no creo que tuviese más de veintidós primaveras. El mayor tenía algo de tripa, pelo en el pecho, cabello gris y bastante labia. El joven, por el contrario, era más bien delgaducho y callado.
    
    - Buenas señora. ¿Dónde está la avería? - preguntó el mayor.
    
    Le indiqué el sitio y tras comprobar que el agua no pasaba, con una llave inglesa en la mano, se agachó para inspeccionar los tubos ...
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