1. Lame rico, chupa delicioso y traga saboreando


    Fecha: 08/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... Voy a buscar la manera de que no vuelva a suceder”.
    
    Ya en mi pieza tomé conciencia de las últimas palabras de Nuria y el único remedio a la vista para no ceder a la tentación era alejarme. No tenía fuerza para enfrentar un reproche de mi hermano y estaba seguro que, de darse la oportunidad, caería nuevamente. Ya buscaría una excusa creíble para Roque, sobre todo teniendo en cuenta que, en sesenta días más ya estaría de regreso. Resueltos mis próximos pasos primero tenía que conseguir el silencio de mi cuñada. Estaba acomodando mis cosas en el bolso cuando escuché su voz desde la puerta.
    
    - “Qué estás haciendo?”
    
    - “Preparando mis cosas, soy incapaz de enfrentar a tu marido mañana cuando le cuentes. Además no creo tener la fortaleza suficiente para resistir la tentación de mirarte. Confieso mi debilidad y el único remedio es poner distancia”.
    
    Su cara de sorpresa duró poco ante mi vista, porque la tapó con sus manos y giró apoyándose en la pared. Quedé mirando la figura de la muñeca preciosa que amaba, preciosa aún de espaldas, mostrando sus nalgas erguidas, el vestido blanco suelto a medio muslo, en una actitud de abatimiento, lo que me llevó a tomarla de los hombros.
    
    - “Por favor Nuria, te juro que no tengo otra opción”.
    
    Se dio vuelta y pasando los brazos alrededor de mi cuello escondió la cara en mi pecho.
    
    - “Por Dios Saúl, fue una broma. Ni loca le diría algo a tu hermano de vos, que sos mi compañero, mi ayuda, que parecés más marido que mi marido, ni ...
    ... con un ataque de esquizofrenia haría algo que te aleje de mí. Además me encanta que me mirés, me siento viva con tu mirada”.
    
    Mientras hablaba depositaba besos de labios cerrados en mi cara para terminar en el ingreso a mi boca. Sin moverse de ahí siguió con lo mismo hasta que delicadamente su lengua hizo contacto con los míos, que se abrieron para acogerla, succionar para que entrara más, y saborearla. Después intercambiamos los papeles y mis manos bajaron a las nalgas que me habían tentado un momento antes y que, ante la simple caricia, se movieron para que las pelvis se pegaran.
    
    Lenta fue la progresión de subir el ruedo, acariciar por encima de la prenda por si hubiera resistencia, luego pasar las palmas bajo el elástico, recorrer con los dedos la separación de ambos globos para llegar a la parte más baja de la vulva. Al sentir que separaba ligeramente las piernas y se ponía en puntas de pies para facilitar mi maniobra, una de mis manos pasó al frente mientras la otra tomaba una de las suyas para hacerla ingresar por debajo de mi ropa y sentir la dureza que había provocado. En acciones simultáneas mi dedo mayor recorría el canal desde el clítoris hasta el anillo del delicioso culito, y ella, asiendo firmemente el tronco, realizaba el movimiento para que el glande asomara y se ocultara.
    
    El revoltijo de lenguas y labios cesó ante la inminencia de los orgasmos pues nuestras gargantas se habían dedicado a rugir, dar ayes y traducir en palabras las sensaciones orgánicas ...
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