Lucia, compañera de trabajo y algo más - Relatos Eróticos

Lucia, compañera de trabajo y algo más

... del suyo.

Llegó el jueves y los planes siguieron como habían quedado. Muchas de las personas más cotillas de la empresa se pasaban por delante del despacho de Lucia sin nada que hacer. Incluso alguno esa tarde se quedó un rato más pensando que alguien iría por allí.

Pero el plan de ambos era encontrarse directamente en un hotel. La opción de recoger a Juan la habían descartado el fin de semana, porque, aunque habían hablado algo desde que Juan escuchara a Lucia en el despacho de Pablo, no habían tratado el tema. Juan lo único que había hecho fue prepararle una sorpresa a Lucia una que podría gustarle mucho o nada, pero que sería su despedida.

Juan llevaba la misma mochila negra de todos los días a la salida del trabajo, en esa ocasión llamó a un taxi para que le llevara cerca del hotel que habían convenido. Esta vez la habitación la había cogido Lucia, Juan llegaría antes que ella, se registraría y la esperaría en el restaurante del hotel.

Eran las ocho y media cuando Lucia hizo su aparición en la sala, Ambos habían decidido ir algo informales, los dos con vaqueros, los dos con un jersey. Eran una pareja más cenando en el hotel. Juan le dijo que estaba guapísima, Lucia sonrió y se sentó, hablaron de temas sin importancia, aunque Lucia se temía que algo le pasaba a Juan, no era el de antes, la chispa de los ojos que tenía cuando estaba con ella se estaba apagando, aun así, la cena fue agradable. Juan pago la cena, no dejo que Lucia la cargara a la habitación, ...

... le dio una palmada en el culo antes de salir del restaurante y le dijo que fueran a la habitación.

En la habitación sí que surgió la chispa, nada más entrar Lucia se agarró a Juan, le rodeo con las piernas por la cintura y le besó el cuello mientras Juan caminaba para dejarla en la cama. No es que pesara mucho, es que quería hacerle el amor por última vez a su amante.

Y se lo hizo, con calma con pasión y con ganas.

No fue un polvo salvaje, no fue rudo ni violento como se había imaginado Juan, y es que por días con el dolor de su corazón había pensado en hacerle de todo a Lucia, en comprar un consolador y mientras la follaba por el coño metérselo en el culo o al revés, incluso en comprarle un huevo vibrador y habérselo dado por la mañana para que lo llevara todo el día puesto. Pero al final no.

Su corazón y su cabeza habían llegado a un acuerdo. Era su última vez, así que lo haría como siempre había querido hacerlo, con amor.

Para Lucia esa noche fue especial, recibió a Juan sin condón y le dijo que se podía correr dentro que esos días no había problemas, seria por eso o por otras razones esa vez sintió mucho más el cariño de Juan. Dos veces sintió el semen de su amado en su interior, las dos veces ella había llegado también, aunque no a la vez, pero su orgasmo se prolongó hasta los de Juan.

Pasaron la noche abrazados, Juan despierto y Lucia durmiendo cansada pero contenta. Hasta la mañana siguiente, la anterior vez durmieron con pijama esta vez lo hicieron ...