Paseo en camioneta
Fecha: 16/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: reybourbon, Fuente: CuentoRelatos
... poder acabar tienes que quitarlo y para quitarlo tienes que perder firmeza en la elección. La espalda ya me estaba matando por estar encorvado en ese reducido espacio. Así que le indique que cambiáramos. Le solté al mismo tiempo el brazo y el hilo. Le dije que no soltara el hilo. De verdad lo último que necesitaba era oír sus gemidos raros. Le sobe el brazo que le había estado sosteniendo mientras la besaba aún con el calzón en la boca.
Fue difícil y raro, pero jodidamente sucio y rico. Me senté y ella instintivamente se sentó sobre mi dándome la espalda con las piernas a los costados de las mías. Se levantó lo suficiente para que yo me guiará contra su caliente abertura y se dejó caer. Entre gemidos, pujidos y su tanga dijo que ya no tenía tiempo, supongo vio la hora en el tablero. -El anillo hace más tardado todo y por lo dura que tengo la verga no va a salir, así que tienes que ser ruda y darte de sentones con ganas hasta que me venga.- Le expliqué gruñendo. Enseguida comenzó a hacer círculos, ochos y menearse de atrás para adelante. Le dije que eso siempre era rico pero con el anillo necesitaba ser más ruda o no acabaría pronto. Se inclino entre los asientos de enfrente y comenzó a dar de sentones. Fue agarrando el ritmo hasta que lo hizo bastante rápido, el espectáculo era jodidamente bueno, pero yo también quería acabar ya. Ella pujaba muy rico entre el jadeo de su respiración y el calzón en su dientes. Moví la cadera para ir agarrando el ritmo y que nuestros ...
... cuerpos chocaran a la par.
Podía sentir que estaba cerca de acabar, pero el maldito anillo no me dejaba y era una tortura cabronamente deliciosa. Con las manos me agarre del asiento sobre mi cabeza mientras nuestros cuerpos se golpeaban, sentía la camioneta moverse toda y por debajo de sus pujidos, mis gruñidos y la radio se oían los muelles de la camioneta. Por un momento fue como si todo se apagara y no podía oírla a ella o a mí, sólo era el retumbar de mi corazón en la cabeza y explote, explote tan fuerte que pensé se me detendría el corazón, explote tan fuerte que sentí como disparaba desde lo más profundo de mis entrañas, uno tras otro de los disparos de semen. Gritaba con los dientes apretados, hice tanto esfuerzo que hasta la cabeza me dolió en la nuca. Tuve un momento de no saber que estaba pasando y cuando reaccioné estaba bañado en sudor, ella también brillaba con perlas de sudor en la espalda y nalgas. Estaba recostada hacia el frente entre los asientos respirando fuerte y jadeando. Aún estaba dentro de ella. Pero no quería moverme.
No quería que las cosquillas eléctricas me dejaran. Sentía como aún el semen fluía a fuera, no en chorros o descargas, sólo fluía hacia fuera. Aún no recuperaba el aliento. Ella como pudo se movió a la guantera, saco toallitas húmedas, me las aventó en el pecho y se tiró en el asiento a lado mío. Me dijo: - Eres un cabrón de mierda.- Le tomo un tiempo moverse y comenzamos a limpiarnos. El anillo salió por fin. Me lo arrebató de las ...