1. Placer y dominio 2


    Fecha: 01/12/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Indioram, Fuente: SexoSinTabues30

    Pasó el tiempo desde esa primera vez con mía, y, para ser sincera, a pesar de cuestionarme muchas cosas, no dejo de pensar en ella, la dulce y angelical Mía.
    
    Estando cerca las vacaciones de verano, renté una cabaña en el bosque a un amigo mío, quería pasar mis vacaciones ahí, cambiar de ambiente y reordenar mis pensamientos.
    
    En el último día de clases, Raquel me llama a solas y me comenta:
    
    – Profe, hola perdona si te digo ésto a última hora, tengo un problema serio, debo viajar hoy y no tengo con quien dejar a Mía entonces quería saber si me ayudarás con el cuidado de ella?
    
    – Señora Raquel pues tengo un viaje en el cual voy sola, si tú me autorizas puedo llevar a Mía, es un viaje de naturaleza.
    
    – Por mí no hay problema y mía no creo que tampoco lo tenga así que, la llevo, la alisto y te la traigo vale? – Si señora. – Profe muchísimas gracias, no sé cómo pagarte.
    
    La verdad, aunque no lo sabe, sería Mía quien de cierto modo pagaría siendo totalmente mía.
    
    Luego de que Raquel trajera a Mía con su equipaje, me encargó unos cuidados con ella y ella salió rumbo al aeropuerto, por mi parte, Mía y yo salimos en mi carro por la carretera, tan tranquila y serena, fue un viaje hermoso. Al llegar a la cabaña, organizamos las cosas, nos preparamos la cena y nos fuimos a dormir.
    
    Al día siguiente, Mía y yo salimos al bosque a caminar un rato, la llevaba de la mano, cualquiera vería que es una madre llevando a su hija, para mí, Mía era mi novia aunque ella no lo ...
    ... supiera, paseamos en el bosque, caminamos alrededor del lago, jugábamos y hablamos muchas cosas y al final de la tarde llegamos otra vez a la cabaña y, como esta tenía jacuzzi, la invité a bañarse conmigo, cosa que mía aceptó.
    
    Después de un rato en el jacuzzi, salimos y entramos a la cabaña, dejando todo con llave, nos duchamos, me seque y me quedé desnuda, ella me vió y me imitó también quedando desnuda, comimos y fuimos a la cama, y mientras, una lámpara de vela iluminaba la habitación, comencé otra vez a acariciar ese cuerpo desnudo, pasaba mis dedos suavemente por sus tetitas, ella comenzaba a respirar otra vez pesado y se debatía entre el gemido y la risa por cosquillas, le encantaba, pasaba mi dedo por cada milímetro de su cuerpito de niña de 7 años, luego la miré fijamente y nuevamente la besé, mía correspondía mi beso y las dos nos fundimos en un solo ser, luego bajé a besar su cuello, delicioso y apetitoso, luego con mi lengua recorrí lentamente sus pezoncitos de un lado para otro, la respiración de Mía era cada vez más fuerte, y su cuerpito se movía al son de mi lengua, estaba encantada con lo que le estaba haciendo, de ahí en más me dominó mi instinto de gata dominante, coloqué a Mía en cuatro, ponía mi nariz en su vagina y en su ano, olía a inocencia y virginidad, cosas que yo iba a romper ahora sí, Mía será mía, pasaba mi lengua por esos dos hoyitos y la niña, soltaba un débil gemido. – Profe, esto va a doler? – Preguntaba Mía con su respiración entrecortada. – Va a ...
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