1. Apuestas y juegos de azar


    Fecha: 03/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Novio Cuckold, Fuente: CuentoRelatos

    ... claro ni el agua, tu esposa o tu vida, tienes 24 horas para pensarlo, y no se te ocurra hacer alguna pendejada, recuerda que te estamos vigilando, te llamo mañana.
    
    "El Toro" me miró fulminante y salió de mi casa seguido de sus dos matones, cerré la puerta y me tiré al piso a lamentar la terrible situación en la que me encontraba.
    
    -Voy a llevar a la niña a la escuela. -me dijo Ana.
    
    -Sí, está bien. -contesté evadiendo su mirada.
    
    Me quedé solo pensando en como darle la noticia, no quería que le hicieran daño a mi esposa, no se merece esto, con lágrimas en los ojos me di cuenta que eran mis últimas horas de vida.
    
    Media hora después llegó mi esposa a casa, vio mi estado de ánimo y me consoló.
    
    -¿Esos hombres son a los que les debes? -me preguntó entre lágrimas.
    
    -Sí.
    
    -¿Quieres hablar de eso?
    
    -No.
    
    Me encerré en la recámara a pensar las cosas, prolongué el momento de hablar con ella por horas pero de cualquier manera tenía que hacerlo, fui con ella y le conté lo sucedido.
    
    -¿Es en serio lo que dices? -me preguntó.
    
    -Sí Ana.
    
    -Por Dios. -se llevó las manos al rostro.
    
    -Tengo que sacrificarme, no puedo permitir que te hagan daño Ana.
    
    -Pero no, ¿que vamos a hacer sin ti?
    
    -No sé Ana, pero todo esto es culpa mía, yo soy el responsable.
    
    -Amor, mi hija no puede quedarse sin su padre...
    
    -Sabes que él quiere...
    
    -Lo sé, pero, te amo, si no estás con nosotras no se que haría.
    
    -¿Entonces?
    
    -Dile que sí.
    
    Aceptó con profunda tristeza ...
    ... y vergüenza en su cara, yo me sentí peor, traté de dormir sin poder lograrlo, el sólo pensar en lo que mi esposa tendría que hacer para que yo pudiera estar vivo me hacía sentir la persona más vil y cobarde en la faz de la tierra.
    
    Al otro día mientras desayunábamos le pregunté a Ana si de verdad estaba dispuesta a hacer eso.
    
    -Aún hay tiempo amor, le puedo decir que no. -insistí.
    
    -Lo sé, pero entiende, es tu vida Eduardo ¿que se supone que le deba decir a nuestra hija si no estás?
    
    -Tienes razón.
    
    -¿Cuanto... tiempo va a ser?
    
    -Sinceramente no sé, supongo que mucho...
    
    Ana se levantó frustrada de la mesa y se encerró en el baño seguramente a llorar, cada minuto que corría yo me sentía más culpable por haberla metido en esta situación. Me pasé toda la mañana esperando la llamada de "El Toro" hasta que al mediodía mi teléfono sonó.
    
    -Bueno. -contesté tímidamente.
    
    -¿Que pasó cabrón? ¿Que decidiste?
    
    -Pues... Sí, mi esposa dijo que si...
    
    -Jajaja ya lo sabía, decisión correcta, así está el pedo compa, el viernes por la noche va a pasar una camioneta por ustedes, van a venir los dos, quiero que veas como me la chingo jaja, te la llevas vestida bien putita ¿estamos?
    
    -Sí.
    
    -Sale, ahí nos vemos.
    
    Suspiré frustrado, quería creer que esto era una pesadilla pero no era así, todo esto era real. Fui con Ana a avisarle sobre el asunto.
    
    -Sobre eso, el viernes en la noche pasan por nosotros. -le expliqué.
    
    -¿Y la niña?
    
    -Pues no sé, la dejamos con mi ...
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