Un San Valentín para tres
Fecha: 09/12/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Ella con otros, Fuente: TodoRelatos
... muslo de Jaime hasta casi rozar su abultado paquete. “Yo también quiero descubrir las tuyas”.
“Pero, ¿tu marido?” Preguntó sin necesidad pues era obvio que conocía la respuesta.
“Donde comen dos, comen tres, y a mi los donnuts me gustan de dos en dos” le dijo con una mirada cachonda que no se tenía de pie.
El no pudo resistirse, llevo sus manos a las mejillas de ella y acerco su cara a la de ella. “Unica y espectacular” la dijo besándola… “y muy puta en la cama” le dijo ella devolviéndole el beso, esta vez más largo y profundo.
Habían dado el paso, los dos se sentían profundamente atraídos y necesitaba acercarse más el uno al otro. Sus manos ya no tenían tope, las de él descubrían su culo, el interior de sus muslos, las de ella las dimensiones de su paquete, tan grande como lo era él.
“¿Y podremos aguantarnos?” Le susurró. “Si, ya verás como si”.
El marido había llegado ya al hotel, y sin decir nada se colocó en una esquina del bar desde donde podía ver perfectamente el espectáculo sin llamar la atención. Ella le vio entrar, él no.
Ella subió el tono, le volvió a besar y discretamente rozaba su cuerpo contra él. Le estaba poniendo a mil, para que su marido viera el espectáculo. Su paquete así lo decía, como sus ojos, cargados de deseo. El la seguía, ambos habían perdido la vergüenza, pero no la discreción, no obstante el hotel estaba lleno de compañeros del Congreso que podrían verlos.
Su marido terminó la cerveza y se acercó donde estaban, él se ...
... retiró discretamente, ella no. Y le beso sin apenas separarse de su amigo. “Àlex, te presento a Jaime, Jaime, este es Álex, mi marido”.
Se estrecharon las manos. “Tienes una mujer que es encantadora” le dijo. “De serpientes” le respondió él.
“¿Y ahora que hacemos?” Le preguntó ella “¿conseguiste cambiar la reserva?” “Amor, lo dudas, a las 21:30 tenemos mesa para tres”, “Pues tendremos que subir por la habitación a arreglarnos, eso es dentro de nada””Si, y está en la otra punta de Madrid”.
Se levantaron, el cargó las consumiciones a su habitación y se encaminaron al ascensor. Cuando se cerraron las puertas, ella se lanzó sobre él y le comió la boca delante de su marido. Su marido se puso detrás de ella y la acarició el culo. “Me va a encantar esta cena de San Valentín” dijo él. Me parece que he dado con dos guarros de órdago. “No lo sabes tu bien” le respondió el marido.
El ascensor llegó a la planta donde se alojaba él, se despidieron quedando para más tarde en el lobby. Antes de que se cerrarán las puertas, ella las detuvo. Se acercó nuevamente a él y posó su mano sobre el paquete de Jaime “Lo quiero todo para mi” y le morreo, hasta que la puerta del ascensor volvió a cerrarse de nuevo, entró y desaparecieron camino de su habitación.
“¡Qué puta eres amor! Le dijo su marido cuando se quedaron solos en el ascensor… “Y lo que te gusta a ti”.
Entraron en la habitación y se desnudaron, tenían solo media hora para arreglarse. El comprobó como su tanga estaba ...