1. Un regalo para mi esposa


    Fecha: 10/12/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Rey Ram, Fuente: CuentoRelatos

    ... calentarnos mientras veíamos, sino que, Made se giró un poco colocándose de espalda hacia mí y me agarró la mano, la puso sobre una de sus nalgas y yo comencé a apretársela, pero no era eso lo que quería, me sostuvo por la muñeca y me levantó y bajó la mano llevándome a que azotara suavemente su glúteo. Rápidamente entendí la idea, y comencé a darle pequeños azotes.
    
    ⎯Ah… ⎯ Salía de su boca con cada azote.
    
    Cada vez que le golpeaba el culo gemía y movía las caderas de forma muy sexy y excitante, y la golpeaba de nuevo.
    
    ⎯Rico… ⎯ Dijo esta vez.
    
    Así jugamos durante toda esa escena sexual de la película y fue muy excitante. Ya estoy conociendo mejor a mi esposa, le gusta el morbo, los juguetes sexuales, el sadomasoquismo, es increíble.
    
    La película terminó, y yo estaba con la calentura a mil. No esperé que acabaran los créditos cuando me lancé sobre ella y comencé a besarla como si mi vida dependiera de eso, ya la excitación de ambos era evidente, no podíamos esperar un segundo más; pero ella me hizo esperar, se puso en cuatro y dijo:
    
    ⎯Primero quiero que me azotes el culo.
    
    ⎯¿Sí? ¿Quieres que de muchas nalgadas?
    
    ⎯Sí, nalguéame.
    
    Comencé a nalguearla muy suavemente y preguntaba:
    
    ⎯¿Te gusta?
    
    ⎯Sí, pero dame más fuerte.
    
    Lo hice un poco más fuerte y repetí la pregunta:
    
    ⎯¿Te gusta?
    
    ⎯Sí papi… Así… Sígueme azotando duro.
    
    Alcancé mi cinturón de cuero que estaba colgado en el espaldar de la cama sin que ella lo notara, y entonces la azoté con ...
    ... él.
    
    ⎯Sí papi… Duro… Así me gusta…
    
    Le di un par de correazos más, pero no aguantaba el deseo de follármela y la penetré así en cuatro y ella gritó. Instantáneamente comencé mis embestidas.
    
    ⎯Sí… Dame así… Pero no dejes de azotarme…
    
    La excitación en ese momento ya no era normal, sus palabras me calentaban cada vez más, y a ella le excitaban los azotes. Pronto terminamos los dos en un orgasmo simultaneo. Después dormimos abrazados.
    
    En la noche nos pusimos románticos nuevamente, nos besamos de forma profundamente apasionada, su lengua recorría mi boca y se entrelazaba con la mía mientras nuestros labios eran ligeramente succionados mutuamente.
    
    ⎯Voltéate. ⎯ Le ordené.
    
    Cuando la tuve de espalda hacía mí le di una suave pero firme nalgada.
    
    ⎯Ah… Que rico… ⎯ Dijo y levanto su culo para ofrecérmelo.
    
    Le propiné otro azote al que también respondió con un pequeño gemido. Tome una tela de color negro y se la coloque para vendar sus ojos.
    
    ⎯¿Qué estás haciendo? ⎯ Preguntó, pero no se opuso.
    
    ⎯Solo déjate llevar, vamos a jugar.
    
    La llevé a la cama e hice que se acostara boca arriba, tomé unas cuerdas que ya había preparado de ante mano y le até de las muñecas con los brazos abiertos; de la misma forma amarré sus piernas separadas a las patas de la cama. En ese momento es mía, no puede defenderse, está a mi merced y me aprovecho de eso. Comencé dándole un masaje en las tetas, seguido de unos pequeños chupetones a sus pezones; me subí a horcadas sobre ella, le aprete ...