1. El sueño de Martha


    Fecha: 15/12/2024, Categorías: Incesto Autor: WastedYears, Fuente: CuentoRelatos

    ... una toalla en la cintura.
    
    — ¡Hola, mamá! Te volviste a quedar dormida... —Le dijo Benjamín con una amplia sonrisa en los labios.
    
    —¿Por qué no me dijiste que Benji venía ahora? —Preguntó Martha, que apareció también detrás de él. Constanza se ruborizó y abrazó a su hijo nerviosa, sintiendo la dureza de su paquete por debajo de la toalla.
    
    —¿Cómo te fue mamá, te cansaste?
    
    —Mucho. Tu tía no hace nada más que dar vueltas y no compra nada. Y a ti ¿cómo te fue en tu examen? —Preguntó con toda la normalidad posible, pero le costaba trabajo ocultar la excitación que le provocaba la sorpresiva presencia de su hijo.
    
    —Lo pasé sin trabajos. Alguien me debe algo —contestó guiñándole un ojo. Constanza le dio un golpecito en el brazo sintiendo como se humedecía su panty poco a poco.
    
    —Ya veremos… Por ahora ve a secarte y ayúdame a preparar la cena, que dormí mucho y tengo hambre— Concluyó dándole un rápido beso en la mejilla.
    
    Constanza salió a la cochera con las piernas temblorosas. Temía que los descubrieran y ahora no sabía que hacer. Revisó el móvil y tenía varias llamadas perdidas de su hijo, así como infinidad de mensajes. “Bueno, por lo menos se cargó el teléfono” se dijo a si misma ruborizada.
    
    Por la noche, los tres se sentaron a cenar en la sala. Habían preparado varios platillos, todos favoritos de Benjamín. Constanza no dejaba de lanzarle miradas a su hijo que disimulaba perfectamente. De cuando en cuando, le acariciaba la pierna y cuando su tía no los veía, ...
    ... subía la mano hasta su entrepierna y luego a sus pechos. Constanza inmediatamente se libraba de él pero continuaba con sus caricias, hasta que no tuvo más remedio que ceder pues estaba verdaderamente excitada.
    
    Martha de pronto se quedó dormida y Benjamín aprovechó para besar a su madre en los labios. Ella respondió sus besos sin quitarle la vista a su hermana, y cuando las manos de su hijo subieron nuevamente hasta sus pechos, apagó la televisión quedando toda la casa a oscuras. Se acariciaron un momento, siempre pendientes de la respiración de Martha que, al cabo de un rato, se despertó. Los tres se despidieron y sin más, cada uno fue a su respectiva habitación.
    
    Cerca de las 3 de la mañana, Martha despertó al escuchar ruido en el pasillo. Trató de ignorarlo, pero se volvía cada vez más insistente, por lo que se levantó a ver qué ocurría. Al acercarse al pasillo, Martha constató que los sonidos provenían de la habitación de su hermana, cuya puerta se había quedado entreabierta. No tardó en distinguir gemidos apagados y la voz de otra persona. “¿Álvaro? ¿Qué no estaba en Pachuca?”, pensó al escuchar la voz masculina, y presa de la curiosidad, salió de puntillas de su habitación hasta la puerta de su hermana. Estaba follando, no cabía duda, pero ¿con quién? —No me entró bien, te dije que estoy muy apretada todavía. —Se oyó la voz de Constanza, que hablaba lo más bajo que podía. —No… mejor por el otro, ¡me vas a lastimar! —Dijo ahora subiendo la voz. Se hizo un silencio y ...
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