ME GUSTA EL CHUTO, PADRE FREDY. ¿TE GUSTA EL CHUTO,PUTITA? TENDRÁS MUCHO POR ESE CULO HAMBRIENTO. Por Putita Trav
Fecha: 21/12/2024,
Categorías:
Fetichismo
Gays
Transexuales
Autor: JuanaLoca, Fuente: SexoSinTabues30
Soy Juana, la loca o Joana, la crazy. Prometí contarles cómo me convertí en adicta al sexo anal con machos.
Les traigo un relato de mis andanzas de putita que después de ser desvirgada por el padre Severino, entregué mi culo a cuanto fraile quiso hacerme la cola. El padre Fredy fue el facilitador de ese vicio que abunda en regimientos, embarcaciones, internados y…conventos. En todas aquellas partes donde la maquiavélica decisión de separar a varones de muchachas da como resultado que se dividan los fuertes que dan verga y los débiles y femeninos que la reciben gustosos de servir de descarga de sus rijosos compañeros.
Se me escapa que ello también abarca a las escuelas de primera enseñanza en que los más tiernos pollos son iniciados con caricias obscenas, agarrones de poto y obligados a mamar a quien lo deseara. No pocos fuimos sometidos a estos tratos con suma complacencia de mi parte que solo me retorcía con gemidos y sollozos de…placer.
Descubrí lo mucho que me excitaba ser deseado por algún compañero ya sea seductor o derechamente violador. Confieso que me gustaba más ser obligado a mamar, a dar el culo sometido a todo aquello imaginable cuando lo hacían en grupo.
Todo esto para retomar el hilo de lo ocurrido en el dormitorio del padre Fredy después de la cogida en el confesionario y con la nave principal de la catedral vacía de feligreses, pero llena de lujuria. A continuación, cuento lo que pasó.
Cuando ya iba a abandonar la iglesia, desde una columna ...
... sentí que me llamaba. Me acerqué y me cogió de un brazo y me dijo que no me dejaría ir, porque quería seguir culiándome. Yo protesté, pero sin mucha insistencia.
Me llevó hasta su dormitorio y cerró la puerta… La habitación estaba en semi penumbra por eso no pude ver a ciencia cierta que no estaríamos solos.
Cuando mis ojos se acostumbraron a la penumbra, me sorprendió la escena.
En un rincón pude apreciar la gruesa figura del padre Willy que semi dobladlo y con la sotana remangada recibía la morena verga del acólito haitiano Gilbert, desnudo y agarrado de las pompas del cura mientras lo bombeaba con su gruesa manguera de dimensiones equinas.
En la cama, el padre JuanCa, entre suspiros y gemidos femeniles, era sodomizado por el africano Mbaka. Le había levantado una de las albas piernas lampiñas y la sujetaba con su mentón, mientras con frenesí enculaba al caliente y quejumbroso fraile. Siempre lo catalogué como el más maricón de todos.
El cura Luciano, de bruces en la alfombra, recibía con plena satisfacción la gruesa pichula del filipino Robert.
Sorprendido, me di vuelta hacia el padre Fredy y lo miré fijamente.
-Ya sé qué es lo que tendrás tú en esta fiestecita que celebramos cada vez que el molesto Severino se va a reunir con el obispo.
-Oh, padre, pero él no sabrá nada de esto.
– Me gusta que lo entiendas, putita, porque no deberás abrir la boca si quieres seguir recibiendo lo que más te gusta en esta partuzas que armamos acá en mi celda.
– No, ...