Jugamos a que estamos en un cine…
Fecha: 24/12/2024,
Categorías:
Hetero
Voyerismo
Autor: SexieLP1975, Fuente: SexoSinTabues30
En un relato anterior les contaba de mi esposa Mora y su erótica y sensual manera de expresarse con la boca. Expresarse en un sentido físico, durante el sexo. La verdad es que es una mujer hermosa y sexy, de vivaces ojos claros, labios carnosos y mirada penetrante, cuerpo sinuoso, tetas hermosas, cola redondita y pies pequeños, lindos y más lindos cuando los esmalta. Tiene una cabeza muy activa en situaciones sexuales que todavía no hemos realizado. Hay una de esas ideas que es, creo, la que más le pone la líbido en la estratósfera: ir a un cine porno. Por supuesto que en estos tiempos no da, ni abiertos están supongo, pero cuando podíamos había una gran traba que era el tema de los hombres que andan rondando con la verga en la mano o los mirones que se clavan al lado tuyo o se pajean ahi nomas sin importar nada. Ayer llegó a casa después de estar todo el día en el trabajo, le tenía preparada la cena y me dijo que iba a ducharse y que quería ver porno. Yo preparé la sala con la notebook, conecté la tele y apagué todas las luces. Le dejé la linterna en la mesa de luz y preparé una pipa con hierba y dí unas cuantas caladas. Escuché que salía del baño y entraba a la habitación. Apagó las luces y ví el fulgor del led moviéndose en el suelo. Apareció en la sala amplia, con un vestido suelto color negro muy liviano, descalza, con el pelo recogido y con una cola en la coronilla. A medida que se fue acercando pude ver que tenía los labios pintados en color oscuro, los ojos muy ...
... maquillados. Estaba encendida, lista y dispuesta a jugar con la fantasía todavía no concretada. El juego siempre es actuar espontáneamente, sin nada fijado. Se sentó en el sofá y la película porno que había elegido ya estaba en la pantalla del televisor. Yo vestido y ella con ese vestido sueltito que se presta para acariciar por debajo la piel. Cuando estábamos ya mirando uno de los segmentos, ella me acarició la pierna y me preguntó si tenía problemas con que fumara. Le respondí que no, que nadie mira ni hace problemas por eso. Me pidió un cigarrillo y pidió fuego, dio una pitada y se quedó mirando. Le acaricié apenas la rodilla, como al descuido y ella se desentendió. Insistí y me miró. Que estás haciendo, flaco? Nada, perdonáme. En la pantalla estaba una tetona grosera, 120 de balcón, mínimo, latina, pelo oscuro y piel morena que se llama Sheridan Love. Groseras gomas tiene y se luce haciendo turcas, así que se me fue parando y me masajeaba. Ella me miraba de reojo y yo abrí la bragueta y me acariciaba el bulto. No perdía detalle mientras yo la miraba como si fuera una desconocida con la cual había una sintonía de deseo. Le hice una seña suave, un cabeceo imperceptible de que me tocara. Ella se situó enseguida en el cine, miró a los costados y acercó la mano a mi verga al palo que estaba pujando debajo del pantalón. Me miró y se mordió el labio inferior. Querés chupármela?. “No, nos van a ver”. No pasa nada… acá todos lo hacen. “Te parece…?” Dale… chupámela un poquito hermosa… ...