1. La historia de mis primeros cuernos


    Fecha: 26/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Don Pedro, Fuente: CuentoRelatos

    ... completo de una sola embestida, era sorprendente sentir cada centímetro dentro, gruesa, palpitante y caliente, grite, gemí la aprete, no podía dejarla escapar, era deliciosa, así como la estaba apretando fue sacándola poco a poco, solo me dejo la cabeza dentro, se detuvo y volvió a clavarla igual, a partir de ahí fue un mete y saca salvaje, su pelvis chocaba con la mía en cada embestida feroz, me abalance sobre el y lo abrace fuerte, su cadera seguía en movimiento, no paraba, le rasguñaba la espalda cada vez que me penetraba, yo gritaba de la sensación que sentía, me estaba cogiendo un semental verdadero, estuvimos así por un buen rato, no sé cuánto, el disminuía las envestidas por el esfuerzo que hacía de mantener el ritmo, con dificultad logre girarlo y recostarlo en la cama, serré sus piernas y me monte sobre él, apunte con dificultad su verga y de un centón me clave nuevamente ese delicioso pedazo de carne, comencé a cabalgarlo de arriba abajo y después en círculos, me estaba partiendo en dos eso lo sentía, me tomo por la cintura y me comenzó a ayudar a mantener el ritmo, no aguante mas y vino mi segundo orgasmo, era electrizante, mi cuerpo temblaba por completo, me deje caer sobre su pecho, pero el no paro, me levanto un poco y me seguía penetrando, hasta que de pronto convulsionó en una venida extraordinaria, rugía como león, de su corrida me lleno mi vagina de su leche, nos quedamos así por un largo rato, yo aun con su verga dentro.
    
    Yo – Que buena cogida te dio, ...
    ... así como lo cuentas siento que jamás hice algo igual con Tigo.
    
    Isabel – No es momento de comparar amor, tú también me haces sentir la gloria.
    
    Yo – Bueno, ¿Después de eso que más paso?
    
    Isabel – Caímos rendidos, jadeando por el esfuerzo, nos abrazamos y descansamos un buen rato, le agradecí por ayudarme a vengarme de ti, no quería dejarlo, pero tenia que regresar a casa, no sé, en verdad que ya después de la excitación me sentía culpable, si es verdad que lo había disfrutado, pero aun así la culpabilidad me comenzó a atacar, decidí dejarlo así, ya habría una nueva oportunidad de disfrutar más, si es que así se presentaba.
    
    Yo – ¿Lo dejaste así? ¿Solo así?
    
    Isabel – No, le invente que no había pedido permiso, que mi hermana estaba esperándome y que no quería preocuparla, que tenía que regresar a casa, que, si quería volver a disfrutar de eso, tenia que llevarme a casa en ese momento.
    
    Yo – ¿Él te creyó todo eso?
    
    Isabel – pues no se si lo creyó o no, pero me abrazo tiernamente y me dijo que estaba bien, que lo había disfrutado y no quería que tuviera problemas, que ya habría oportunidad de más.
    
    Yo – Bueno por lo menos era comprensible.
    
    Isabel – Pues eso mismo me hizo pensar a mí. Ya que habíamos disfrutando del momento, con bromas y comentarios mutuos, nos cambiamos para salir, ¡Que buenas tetas tienes!, ¡Qué buena verga te cargas!, ¡Tienes un culo hermoso, ¡Estas más vergón que mi marido!, ¡Espero la hayas disfrutado!, cosas así.
    
    Durante todo ese tiempo ...
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