Acción en la carretera: La motero salvaje
Fecha: 27/12/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Aizpurua, Fuente: CuentoRelatos
... cabello; el cabello era liso, sencillo, bien peinado, cuidado, no era muy largo y llegaba hasta los hombros.
Um… es linda… pensó en el momento.
–Voy a chequear en el sistema, aguarde un momento. –dijo el oficial.
El oficial volvió a la patrulla, metió los datos de la licencia en la computadora y lo chequeo. No había nada irregular, además de circular sin placa, por lo que todo se reducía a una multa. Se devolvió y le regresó la credencial. Ella se volvió a colocar la gorra y las gafas de nuevo. Él respiró profundo y dijo:
–Aquí tiene, pero, le tengo una mala noticia.
La chica lo miró sin entender:
–Conducir un vehículo sin placa, es un ofensa, voy a tenerla que multarla.
–¡QUE!... oiga, espere… voy a hacer papeleo para colocarle la placa, lo juro… –la expresión del chica cambio a incomodidad.
–Me parece bien, pero me temo que igual voy a tener que multarla. –dijo el oficial.
La chica se incomodó por completo, no podía creer esto:
–Oiga, no me multe, tiene que haber algo que pueda hacer… –dijo ella con desespero.
El oficial recorrió su cuerpo con su mirada, gracias a las gafas negras, lo hacía disimuladamente. La ropa de cuero, no mostraba mucho, aunque presentía que abajo había algo muy bueno. Independientemente de todo esto, había que cumplir el deber. Él sacó su libreta para la multa, cuando ella extendió su mano y la puso en esta:
–Espere. –dijo ella mirándolo directamente. Tenía las gafas negras, por lo que no sabía si miraba a sus ojos ...
... o no. –discutamos esto con tranquilidad, ¿vale?
Se levantó, bajándose de la moto y colocándose al frente de él. Lo miró directamente a los ojos, tenía aún las gafas negras, pero él sintió su mirada:
–Oiga, no hay necesidad de llegar a esto, digo… podemos buscar solución, ¿no cree?
El oficial la estudió, vio su chamarra de cuero, estaba ajustada un poco a su cuerpo y su busto resaltaba…
Linda chica… pensó en ese momento.
No podía perder la concentración, estaba ante una infractora. Tenía que cumplir su función, sin importar lo demás. Disimuladamente, pudo observarla a través de sus gafas negras, era atractiva:
–¿Y bien?... –dijo ella.
–Ehh… sí, claro. –respondió el oficial, dándose cuenta, que no podía quitarle los ojos de encima. –Bueno, la realidad es que tengo que aplicarle la multa… no queda otra.
En ese momento metió su mano para sacar su libreta de infracciones, la chica se acercó a este y puso su mano impidiendo que levantase su libreta:
–Escuche, sé que debe haber algo que pueda hacer.
El oficial carraspeó, se quedó mudo, no sabía cómo llevar el asunto. Se la estaba buceando, pero tenía que aplicar la ley. Ella se mantuvo neutra, tenía las gafas puestas y no podía interpretar lo que pensaba…
Dios, ¿se dio cuenta de que me la estaba buceando?... pensó en ese momento.
La chica cambió a una fría y maliciosa sonrisa. Se apartó un poco de él, la chica respiró profundo y sin dejar de mirarlo dijo:
–Creo que ahora hace un poco de calor, ...