Neverland 9
Fecha: 09/01/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Incesto
Autor: CesarEmperador, Fuente: SexoSinTabues30
El sol ya se levantaba alto en el cielo cuando abrí mis ojos. Dentro de la casa de campaña solo estábamos mi pequeño David y yo. Desnudos, abrazados.
El dormía con su cabeza apoyada en mi pecho izquierdo mientras su brazo derecho me cruzaba. Cuánto ya había crecido mi bebé? Ya no era ese niño introvertido y callado. Ahora era más alegre, llevando la fiesta a dónde se parará. Me moví despacio dejando aún dormido a mi bebé, salí de casa y me dirigí hacia la casona.
Aún cuando hubiese más personas en Neverland era poco la actividad del lugar por las mañanas. Tomé una ducha con agua fria, la cual caía en mi cuerpo despertandome por completo. Mi pene se balanceaba con el agua cayendo a su alrededor y después de haber vaciado por completo mi vejiga se aplacó un poco, solo un poco…
Salí de las duchas comunes y ya había algunos padres haciendo el desayuno, mi desnudez no era problema ya. Los primeros autos empezaban a llegar con más hombres dispuestos a disfrutar de sus nenes y del día. Sacar el estrés de la semana y llenar a sus hijos con todo el amor que ellos cargan.
Al volver a la casa de campaña mi hijo aún dormía. Su cuerpo por completo suelto sobre el colchón inflable de veía tan hermoso, tan delicioso. Me acosté encima de él, lo abrazo y le doy sus besos en el cuello con lo cual lo despierto todos los días. Con mi cabello aún húmedo mojo su rostro con lo cual hago que mi bebé se mueva y quiera ocultarse entre las mantas con las cuales tapamos nuestra desnudez ...
... por la noche fresca. En esa posición deja a mi alcance su culo, sus nalgas las cuales golpeó con pequeños pero fuertes golpecitos creando un sonido casi angelical para mí. Sigo besando su cuello, su mejilla y sacandole pequeñas risitas, a sus nueve años ya ha crecido demasiado. Cuando llegamos a Neverland a penas y cruzaba mi cadera, ahora ya me llega a mi pecho. Mi bebé.
Con mi mano derecha abro su culo y deslizó mi dedo media en su interior, su boca se abre y antes de que salga alguna palabra o gemido de ahí la lleno con mi lengua. Su interior aun está húmedo después de la faena de la noche anterior. Húmedo y caliente. Nuestras bocas se unen en frenesí su cuello casi se rompe pero me impresiona la elasticidad de su cuerpo. En un segundo ambos estamos de frente, mis dedos siguen adentro al igual que mi boca. –te amo David, te amo mi bebé– se lo digo mirándolo a los ojos, esos ojos suyos tan llenos de pasión y vida. Mis labios se apoderan de su cuello, voy bajando hasta llegar a sus pequeñas tetillas las cuales han resultado ser extremadamente sensibles a mis caricias. Ahí me mantengo un buen rato, mientras su cuerpo se contorciona y mi dedo se mueve dentro de él. Su culo se ha vuelto muy elástico y con facilidad introduzco otro dedo. Con dos dedos dentro, de su garganta se escapa un casi inaudible sonido que claramente me indica que mi bebé está disfrutando de mis caricias. Mi otra mano libre recorre todo su cuerpo, acaricia sus piernas, su abdomen y su cuello.
Continuo ...