Trabajos bisexuales - Relatos Eróticos

Trabajos bisexuales

Encontré un anuncio que me llamó la atención buscaban a alguien para que les ayudase a poner en marcha una especie de hotel rural nudista, en principio era hacer trabajos a cambio de comida alojamiento y algo de dinero.

Contesté al anuncio y no tardaron en mandarme un correo en el que me sugerían que me describiese físicamente mi disponibilidad y si quería comentarles mis gustos sexuales.

Evidentemente como lo que yo buscaba era más una aventura sexual que trabajar me describí tal y como me pedían en el correo.

Un ochenta y dos de altura setenta y cinco kilos de peso cuarenta años sin nada de vello corporal rasurado al 100% bisexual pasivo y con gusto por el travestismo es decir me gustaba la lencería y vestirme de chica.

A los quince días me llegó la respuesta a la información dada, me contaban que pretendían abrir el local y necesitaban mano de obra barata a cambio daban comida habitación y dependiese del tiempo todo era hablarlo, una vez cogida confianza los trabajos y la vida cotidiana se harían ligeros de ropa o completamente desnudos ya que la zona era completamente discreta.

Concretamos un fin de semana de un puente, quedé con la pareja en un bar de una población cercana ya que la finca estaba a las afueras de aquel pueblo.

La pareja rondaría los cincuenta la mujer delgada sobre el uno setenta de altura marcaba un par de buenas tetas pelo corto y bastante fibrada guapa y de piel curtida.

El hombre cercano al-180 robusto pelo cano e igualmente ...

... marcados sus bíceps y piel muy morena.

Parecían muy agradables de conversación fácil y auténticamente campechanos, como habíamos hablado todo sería cuestión de que habría buen rollo y en el primer momento los tres estuvimos de acuerdo en probar.

Llegamos a la finca y el terreno estaba bastante bien perimetrado la casa principal estaba más o menos bien y querían hacer un par de añadidos un foso para una piscina material de construcción tierra movida todo más o menos como puede estar cualquier obra sin acabar.

Me designaron una de las habitaciones, que para mi sorpresa era la del matrimonio con dos camas era una habitación de unos treinta metros cuadrados que a pesar de estar ya rehabilitada se hacía raro el tamaño y las dos camas de matrimonio.

Saqué la poca ropa que tenía incluyendo mi pequeño kit de transformación como me habían sugerido la pareja.

Sugirieron que almorzásemos algo y cuando bajé a la cocina me encontré a ella con un pantaloncito más que corto que a duras penas tapaba su culo y su coño por la parte de adelante una camiseta sin mangas en la que se dejaba ver sus tetas el hombre también llevaba un pantaloncito corto recortado dejando sus glúteos también prácticamente a la vista , yo no me había cambiado todavía así que viendo el tema subí a cambiarme bajando con un bañador para ponerme a la faena.

Almorzamos algo una cerveza y a la tarea, en principio mi trabajo era retirar tierra con una carretilla mientras el hombre y la mujer se afanaban en ...