1. Mi fetiche por las panties


    Fecha: 14/01/2025, Categorías: Fetichismo Autor: Batimaniac, Fuente: CuentoRelatos

    ... aventuras en el mundo del fetiche por las panties, llevaría mucho tiempo. Pero para quienes les resulte interesante, con gusto compartiré mis experiencias a lo largo de mi vida. Aclarando que esto siempre fue de adulto y de manera muy discreta y sin afectar a nadie. Para no irnos en blanco, a continuación compartiré una historia de cuando estaba en la universidad.
    
    Tenía una tía muy guapa, piel muy blanca, ojos verdes, nalgoncita, poco pecho pero rica. Realmente era muy recatada. Vestía siempre pantalones, y tenía con mi tío un departamento muy lujoso y lindo. A veces ella me ayudaba a escribir mis tareas y trabajos especiales, en su trabajo ya que era secretaria. Usaba una máquina de escribir eléctrica en donde mis trabajos quedaban muy profesionales. Así que a veces me quedaba en su casa pasar la noche.
    
    Una de esas veces, recuerdo que fui por la mañana y entré al baño. Todo siempre en su lugar, ni por asomo que dejara su ropa interior ahí. Sin embargo esta ocasión había una bata de baño colgada. Solo por curiosidad, la toqué a ver si tenía algo más colgado, y bingo. En una de las bolsas de la bata, hecha un rollo, sus pantaletas usadas. Fue fantástico. El olor aunque tenme, era delicioso. Como me hubiera encantado encontrar más para poder quedarme con una como tesoro.
    
    Pero lamentablemente no se pudo.
    
    Recuerdo que ya con el morbo me aventuré a revisar su cajón de sus calzones, y luego de varios intentos, pude revisarlo con calma. Usaba panties muy de aquella ...
    ... época, de la marca creo que playtex, unas llamadas Super look. Tenía muchas perfectamente dobladas, y al fondo incluso varias cajas nuevas.
    
    Para ser honesto, me pareció un gusto muy aburrido el de mi tía Celia. Sin embargo el premio lo tuve cuando al checar el cuarto de servicio, donde dormía Mary la sirvienta, pude encontrar un cajón lleno de tesoros. Bikinis de todos colores, muchos con transparencias, de encaje, todo un festín. Aún así, no pude ver ninguna prenda usada. Pero esa ropita cambió mi percepción de Mary, quien resultó ser una mujer muy cachonda.
    
    Por último, para esta historia, les contaré que un día subí a la azotea, pues ahí estaban las jaulas donde se tendía la ropa.
    
    Fue precisamente en la jaula del 103, que había un bikini muy sexy, de satén blanco, y cuya dueña era una señora joven muy seria. No pude aguantar las ganas, y con un gancho de alambre logre tomar dicho tesoro. El cual disfrute tocando e imaginando a la vecina vistiendo ese tipo de ropa.
    
    Un buen día me entró la culpa, y no sabiendo que hacer con el calzón, decidí destapar la coladera de la regadera, y meter por ahí la prenda imaginando que el agua un día se la llevaría.
    
    Años más tarde, haciendo arreglos a ese baño, tuvimos que romper esa área. Y a pesar del tiempo, ahí seguían esos calzones. Claro, negros de hongo y mugre, oliendo horrible, pero al parecer intactos. Esta es una de las muchas aventuras de un fetichista y las locuras que hace.
    
    Espero haya sido de su agrado amigos. 
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