Saliendo del Cascarón - Relatos Eróticos

Saliendo del Cascarón

... cocina, y pase al baño que había junto a la logia, donde estaba la lavadora, gracias a la distancia con la entrada y la pieza de mi hermana pues no se escucho nada, yo estaba ya a salvo, pero la conciencia y educación que había recibido me obligaba a entrar a saludar por muy mal que el imbécil me cayera, así que emprendí rumbo hacia el living, donde supuse que estaría hablando, y es que realmente era muy inocente o pelotudo por decirlo menos, todo gracias a la sobreprotección que mi familia me daba por aquellos años aun, caminando en calcetines por la casa y sin meter ningún ruido, mi idea era llegar a presentar mis saludos, pero no encontré a nadie, ¿donde podían estar?, recuerdo que me pregunté, si que era imbécil, ¿donde estaría una mujer de 18 años con su novio de metro noventa?, haciendo huerta, o lavando la ropa de seguro… insisto, que inocente.

no fue hasta que escuche unos murmullos y gemidos que me acerque con mucha cautela a la puerta de la pieza de mi hermana, lograba distinguir sus voces a la perfección.

ignacio: que ricas tetas tienes amor

Sofia: cometelas son para ti grandulón!

grandulón? algo en mi estalló, yo era “su grandulón” ella me decia asi a mi, para mi yo de esas fechas esto era una traición, y es que fueron los primeros celos que conocí, ¿como mi hermana le daba “mi título” a otro, y sobre todo a ese imbécil? pero ahí no paró, claro que no.

Sofía: sigue!! mueve tus dedos!! me tienes mi conchita empapada!! aaaaaaahh!!! sigue!!! ...

... sigue!!!

Ignacio: vamos, déjame probar esa lengua tan caliente que tienes!!!

a pesar que estaba afuera de la pieza y la puerta estaba cerrada, podía escuchar a la perfección como sonaban sus bocas, como la saliva y sus lenguas tenían una sinfonía a todo volumen, mientras gemidos rompen a ratos el ruido de sus besos lascivos, y como Sofía ocupando mi titulo llamaba “grandulón” a este imbécil y le daba instrucciones como donde tocar, donde lamer, y el respondia “asi es como te gusta cierto? y así? ¿Te gusta aquí? mira que mojada que te tengo” todas esas frases que yo no entendía solo iban derrumbando una muralla construida por años de sobreprotección tanto de mi madre como de Sofía, a quien tras esa puerta le estaban hurgando su conchita mientras le comían las tetas y la boca a destajo… pese a lo llamativo del cuerpo de mi hermana, hasta ese dia, hasta ese preciso momento, yo nunca la vi como mujer, como una hembra hambrienta… y fue la curiosidad de saber que pasaba en esa pieza lo que me llevó a salir en silencio de la casa para ir al ventanal de la pieza de mi hermana esperando poder ver algo.

así fue como salí nuevamente por donde entré, por la cocina, y me dirigí bajo las sombras de los árboles que rodeaban la casa, hasta el ventanal de la pieza de mi hermana, pero no encontre por donde ver, la cortina estaba toda cortada justo hacia el lado donde yo estaba, me tocaba dar la vuelta a toda la casa para poder ir al otro lado, pensé en pasar arrastrándome, pero preferí no ...