Podría ser mi hija (pero por suerte no es) - 2
Fecha: 17/01/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Montes Federico, Fuente: CuentoRelatos
... dije
- “Quedate quietita, mientras se acostumbra. ¿Te duele?”
- “Ahora no. Se me va pasando. Pero tengo muchas ganas de tenerte todo adentro. Hacémelo muy despacio”
- “Cuando tu colita se acostumbre, te va a gustar. Sin sentirlo vas a ver como de a poco va entrando toda”
- “Es que es muy grande papi.”
- “¿Te parece? Porque de a poco va entrando. Me parece que ese culito tiene muchas ganas de que lo cojan ¿o no?”
- “Si papi, quiero que seas vos quien me abra la cola. Te quiero entregar todo”
- “Ya esta casi toda dentro tuyo, hermosa. Dame un beso”
Cuando me besó, la abracé por la cintura y suavemente terminé de meterla
- “Ahhh, ahhhh, despacio papi”
- “Ya está toda en tu colita bebé. Ahora quedate quietita un rato”, le dije mientras le ponía una mano sobre la conchita y la apretaba contra mí.
- “¡¡Se siente mucho!!”
. “¿Querés que la saque?
- “¡¡Nooo!!, dejámela. ¿No me dijiste que es mía? La quiero toda ahí”
- “Te está empezando a gustar”
- “Es raro, ya no me duele y me gusta tenerte ahí dentro mio. Movete despacito”
Empecé a hacerlo y ella misma fue moviendo su cuerpo. Al poco rato estaba cogiéndole la cola mientras ella me acompañaba en los movimientos y gemía, abrazada a la almohada.
- “¿Te gusta?
- “¡¡Siii!! Mucho.”
- “¿Sentís como te estoy cogiendo todo el culito?”
- “Si papi, cogémelo todo”
- “Te gusta darle la colita a tu papi?”
- “Mucho, ...
... mucho. Hacé un poquito más fuerte”
La puse boca abajo, acompañando su cuerpo para quedar arriba de ella y empecé a entrar y salir con más fuerza. Poco después, se tensó todo su cuerpo, y soltó un ronco gemido. Esperé que se recuperara y le dije:
- “Estas bien”
- “Muy bien papi”
- “¿Me dejás que te coja un rato más para acabarte?
- “Esta nena es toda para vos papi. Cogeme toda”
Ya sin resguardos, empecé a sacarla y penetrarle la cola con fuerza, mientras ella me acomodaba su cuerpo para que pueda penetrarla toda y me calentaba más cuando me decía
-”Tomá mi colita papi, cogela toda a tu putita y llename de leche. Poneme toda esa hermosa pija dentro. Vení, así, vení, acabame en la colita.”
Acabé como hacía rato no recordaba haberlo hecho. No sé si grité, ni sé si la mordí o le hice doler. Solo sé que me llevó al clímax y que volví en mí cuando la estaba abrazando y aplastando contra la cama.
- “¡¡Qué potrillo desatado!! Me vas a ahogar”
Nos pusimos de costado sin sacarla y le pregunté
- “¿Te hice daño, hermosa? Perdoname”
- “No. Me cogiste muy fuerte, eso sí. Pero me gustó verte estallar de esa manera arriba mío, mucho. Me gusta sentir que te hago calentar así.”
- “Me hacés calentar mucho”.
- “¡¡Qué lindo!!! Me encanta coger con vos y me gusta mucho que te calientes conmigo. Y me encantó como acabaste”
- “Es que sos una putita divina.”
- “Tu putita, papi”
Continuará.