1. Juana en el internado


    Fecha: 31/01/2025, Categorías: Incesto Autor: tangram22, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi boca y chuparlos para sacar leche pues todavía daba de mamar a su hijo.
    
    Seguí por su vientre ligeramente abombado y dejando un poco de lado su agotado y exprimido coñito bajar lamiendo por los muslos suavemente con la lengua lo mas fuera de la boca para poder saborear su piel suave. hasta llegar a sus cuidados pies e introducirme los deditos en la boca como pequeños dulces lamiendo el espacio entre ellos y lamiendo sus plantas haciendo que se retorciera de risa y placer.
    
    Salió su espíritu de científica y me propuso dejarme comer el coño por la perra que teníamos olvidada para poder observar el fenómeno con cierta frialdad. Volvimos a dejar mi vulva al alcance de la lengua voraz del animal y ella no perdía detalle. Para excitarme mas y aunque no lo necesitaba, comencé mi propio interrogatorio particular y le pregunté por sus relaciones con mi hermano, su tamaño que sabía admirable y de como tenía tanta experiencia amando a chicas.
    
    Sobre el tamaño del pene de mi amado hermano me contesto que era algo digno de peli porno, que le encantaba el sexo anal con él y que de vez en cuando hacían trios con chicas a las que ella también hacía el amor. Aunque me confesó que se había casado virgen y siendo muy inocente en lo del sexo mi hermano había sido un gran maestro que la hacía disfrutar terriblemente.
    
    Yo iba de orgasmo en orgasmo tanto por lo que me contaba como por las jugarretas de la legua canina. Me pidió permiso para contarle lo del animal aunque negando que ...
    ... yo hubiera tenido algo que ver en su enteramiento. Le di permiso y entonces a ella se le ocurrió una nueva y perversa idea: -¿Quieres vernos follar? me dijo. A mi era algo que me encantaría y me pondría cachondísima. Tenia la costumbre de pasarla a recoger a la hora de cerrar y no era la primera vez que ella lo calentaba y terminaban follando en esa misma camilla que estábamos usando nosotras.
    
    Con todo lo que había pasado estaba calentorra y no pensaba esperar a casa para follarse a su marido. Yo podria verles desde la otra habitación por la puerta entreabierta y si llegaba el caso unirme a ellos apareciendo desnuda. Llegó al rato, ella se puso solo la bata para recibirlo y yo me escondí. Juan le dio un beso y ella abrió la boca no dejando que separa la suya.
    
    No se andó con muchos rodeos y mientras le apretaba contra ella con una mano con la otra en su bragueta le bajaba esta dejando salir la polla morcillona de su encierro. era algo monstruoso algo que yo sospechaba de cuando lo espiaba cuando vivía en casa. No me imaginaba un aparato así en mi coño pues de los que yo había disfrutado eran de tamaño mas manejable.
    
    Mientras yo pensaba todo eso le había abierto la bata apreciando la desnudez de su esposa sin pérdida de tiempo le había dado la vuelta y con ella apoyando los antebrazos el la camilla se la envió dentro de la vagina. Desde mi posición a un lado de ellos apreciaba las embestidas y como los labios del coño agarraban la perfecta circunferencia del tronco ...
«12...789...13»