Juana en el internado - Relatos Eróticos

Juana en el internado

... absorbiéndola como si no quisieran que marchara.

Enseguida volvía al ataque clavándose de nuevo, ella giró la cabeza guiñándome un ojo. La besaba en los hombros con la cara sumergida en el larguísimo cabello, las manos agarrando las tetas sosteniéndolas con cariño apretándolas con suavidad y retorciendo los pezones con dedos hábiles. Me estaba calentando mucho con las manos en mi coñito acariciando los labios con la yemas de los dedos. separándolos para introducirme un dedo hasta la boca del utero.

Entonces me acordé de la perra era una ocasión perfecta para que hiciera una de las suyas, y la solté dentro de la consulta. Como una flecha fue en busca del coño de mi cuñadita que ya estaba ocupado por la enorme tranca asi que mi hermano sintió una lengua lamiendo sus huevos y el tronco de su polla cada vez que la sacaba. Preguntándose que diablos era eso miraba entre sus piernas donde descubrió mi mascota dándole placer a ambos.

Puesto que el animal cumplía bien con su parte n pareció plantearse mucho mas. Yo me partia de la risa escondida viendo los esfuerzos de la perra mientras iba de orgasmo en orgasmo viendo a mi hermano follarse a mi cuñada. Era hora de unirme a ellos asi que abrí la puerta del todo y les pregunté:

- ¿y a mi no me vais a dejar participar?.

Juan se llevó la sorpresa de su vida viendo el cuerpo desnudo de su herman pequeña que había desarrollado todos sus encantos pidiendo participación de su polla. Pero enseguida se repuso y me tendió la ...

... mano sin sacarle polla a su mujer. y o le ofrecí la lengua y el supo darme uno de los besos mas húmedos y calientes que me han dado nunca, aunque pudo ser el morbo de hacerlo con mi querido hermanito.

Deslizó una de sus manos por mi coñito depilado y encharcado haciéndome suspirar mientras una de mis manos iba a sus colgante huevos volviendo a apartar a mi mascota de sus placeres y otra a los pechos de su esposa. Ella compadeciéndose de mi se apartó de su chico sin dejarlo eyacular y le dijo te vas a follar a esta preciosidad.

Volvió a encerrar a la perra mientras nosotros nos besábamos y sentia las fuertes manos de mi hermano recorriendo todo mi cuerpo de pie uno frente al otro notando la dureza de su polla en mi vientre casi a la altura de mis pechitos pues Juan es mas alto que yo. En sus brazos me sentia querida y protegida y ellos me levantaron y depositaron sobre la camilla que tan buenos ratos nos estaba haciendo pasar y colocando mis piernas apoyadas en su pecho sujetando fuerte mi cintura apoyó el glande en mis labios forzando su impresionante tamaño tan delicada abertura.

Yo estaba viendo las estrellas, pero de placer. su esposa se dedicó a besarme y a acariciarme los pechos. Por fin entró al completo y mi propio hermano me follaba haciéndome la chica mas feliz del mundo. A la vez que una de las que mas gozaba cada entrada la sentía casi hasta mi corazón y cuando la sacaba no quería que lo hiciera. me corrí casi la primera vez que me la metió hasta el fondo y ...