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Juana en el internado
Fecha: 31/01/2025, Categorías: Incesto Autor: tangram22, Fuente: RelatosEróticos
... disfruté cada uno de los orgasmos hasta que la sacó a punto de eyacular para que abas pudiéramos recoger su semen en nuestras bocas hambrientas. Arrodilladas a sus pies era mi lengua la que lamia el tronco mientras su mujer alcanzaba el semen o este llegaba a mi garganta mientras la lengua de su esposa le chupaba los huevos turnándonos hasta que terminó de salir leche. Asombrándome aún mas ella se incorporó y comenzó un morboso beso con Juan dándole su propio semen que retenia en la lengua y ella me levantó para que compartiera el beso con ellos. El resto de la noche y de la tarde la pasé en su casa tras avisar a mi madre de donde iba a dormir. Una vez allí mi hermano recuperado de las sorpresas de la tarde volvió a follarme ya con mas tranquilidad y dedicado solo a mi placer y aceptó con gusto quedarse con mi mascota durante el resto del curso pensando en los placeres que tan complaciente animalito podía brindarles. Me prometí a mi misma seguir amando a mi hermano y cuñada como ese día disfrutándonos a tope sin celos como hacía con mis amigas. Pensando ademas en cuando mis sobrinos crecieran y se convirtieran en jóvenes con ganas de sexo. Por fin llegó el día de volver al internado, allí descubrí que me habían cambiado de compañera de cuarto. y como no estaba dispuesta a pasarme el resto del curso haciendo abstinencia para que la nueva no sospechara, no me quedaba mas remedio que hacer lo mismo que hizo Juana conmigo con la nueva compañera, una inocente nueva en el ...
... colegio. Si Paloma hubiera pasado allí un curso no habría sido tan inocente. Era toda una belleza pequeñita pelirroja muy bien formada, una boca que me recordaba la de mi cuñada, carnosa y de labios sensuales fino cuello delicioso piel blanca y pecosa, senos pequeños cónicos y muy bien formados un vientre plano y blanco como la nieve rematado por una mata de vello rojo como el cobre que ocultaba una vagina de labios finos no desvirgada, el suave satén de su piel blanquísima y su figurita repleta de curvas. Todo eso no pude apreciarlo hasta que no siguió mi ejemplo al desnudarse, ella me miraba de reojo y yo yo a ella descaradamente, buscando provocarla con la lujuria de mi mirada. Me gustó ver lo rotundo de sus nalgas cuando se bajó el pantalón y la forma como estiraban la tela de las bragas cuando se las quitó bajándolas con mas sensualidad de la que pretendía dándome la espalda. Me prometía mi misma comérsela muchas veces buscando el ano como Sandra me había enseñado. Su arqueada espalda perfecta prometía acoger mis pechos. Me propuse actuar aquella misma noche sin esperar a tormentas. Empezar a seducirla ya mismo, me coloque a su lado y le di un suave beso en los labios y atarazándola fuerte junté mis pechos a los suyos, sin explicaciones, sin palabras, solo haciéndole sentir en su piel las caricias de una amante atenta. Apoyé la mandíbula en su hombre para besar y lamer su cuello hasta la base del cabello rojo. Acaricié la espalda suave, solo rozando la liena ...