El Príncipe y la Periodista 14 - Placeres - Relatos Eróticos

El Príncipe y la Periodista 14 - Placeres

... elevando el tono de voz a modo de advertencia. “Nos veremos a la vuelta. No espero a Caleb para emprender el viaje.”

(punto de vista de Rose)

No se que ha ocurrido, de repente estaba siendo azotada y luego masturbada por Caleb, y cinco minutos después estaba en la cama con Lady Nabila, teniendo el sexo más increíbles de mi vida.

Resulta que llevo todos estos días evitándola, pensando que no quería que estuviese aquí, y mira por dónde, es la única persona en palacio que no ha estado jugando conmigo.

Todo lo ocurrido durante estos más de quince días de estancia en Kanaan ha sido perfectamente planeado y dirigido por Lady Stephanie y Caleb, comenzando sin duda con la noche que pasé en el hotel de Nueva York con Teresa.

Lo peor de todo es que dentro de pocas horas salgo hacia el desierto para reunirme con las tribus, y lo hago como la esclava de Caleb, sin saber bien lo que eso significa, aunque viendo lo que me ha ocurrido estos días en el harem, no tengo duda de que eso implica mucho sexo, sexo con cualquier hombre o mujer al que decida entregarme, sexo incluso con él, o por lo menos eso espero.

No sé donde estoy exactamente o como regresar a mis habitaciones, o al harem, donde estaré hasta esta noche, así que decido tumbarme y descansar hasta que vengan a buscarme.

En cuanto cierro los ojos comienzo a soñar, unos sueños que como todas las noches implican que yo este desnuda y atada con un Caleb mirándome, listo para follarme. Llevo dos dedos a mi coño y ...

... comienzo a masturbarme, esperando que en el sueño Caleb me fólle, pero algo ocurre, sigo atada, pero quien está ahora delante de mí es Lady Nabila.

Veo su cuerpo desnudo perfectamente, le he tenido completamente para mí hace escasos minutos, es perfecto, completamente cincelado sin un gramo de grasa, puede ser médico, pero es fácil imaginársela como una guerrera amazona.

Repaso su cuerpo con mi mente, sus labios carnosos pintados de un rojo apagado, sus intensos ojos verdes, su larga melena oscura, sus pequeñas pero firmes tetas con sus marcados pezones, sus largas piernas, por las que cualquier hombre pagaría para tenerlas envueltas alrededor de su cuerpo mientras entierra su polla en su coño apretado y húmedo.

Es ese último pensamiento el que hace que me de cuenta de que ya he visto ese cuerpo desnudo antes, y no solo en una ocasión. Buscando en mis recuerdos, regreso a la esclava bailando semidesnuda en la recepción a la que asistí junto a Caleb y Lady Stephanie, en ese momento tuve la impresión del parecido de la esclava con Lady Nabila y ahora estoy convencida de que era ella.

Mi siguiente pensamiento hace que me ruborice, si estoy en lo cierto, Lady Nabila es la joven a la que vi junto a Lady Stephanie en el mirador follándose a Demir, y no puedo evitar recordar la forma en que Demir me follo en la habitación de los espejos.

“Es hora de regresar al harem;” me dice Lady Stephanie irrumpiendo en la habitación, sosteniendo una correa en la mano. “Será mejor ...