1. Me hacen la paja en la oficina


    Fecha: 13/02/2025, Categorías: Confesiones Autor: frankafka1980, Fuente: CuentoRelatos

    Hola lectores de CuentoRelatos, espero les haya gustado mi anterior historia, el que le mostraré a continuación es un hecho real, como les mencioné en mi primer relato conocí a Martina en mi trabajo, llegué a su sucursal por vueltas de la vida.
    
    La mañana que llegué ella no se encontraba -estaba de vacaciones- solo sabía que había una chica encargada de la bodega, llamada Martina.
    
    Al lunes siguiente al llegar al trabajo, veo una chica en la bodega, se levantó al verme y fue a mi oficina a presentarse, me llamó la atención apenas la vi, era muy atractiva, de cabello rojizo, ojos miel, hermosa sonrisa, estatura baja, caderas anchas y gran trasero.
    
    Disimulé mi atracción por ella, pero desde ese día mientras estuve en la sucursal me gustaba espiarla por las cámaras y verla caminar por la sala de ventas.
    
    En esa sucursal estuve aproximadamente dos semanas, hasta que me tuve que cambiar por decisión de mi jefe. A los pocos días recibí un mensaje de Martina -teníamos nuestros números por un tema de las llaves de la sucursal- me preguntaba si me quedaría en la sucursal de ella, a lo que respondí que no, aunque ya había hablado con mi jefe para quedarme allí.
    
    Me había gustado el ambiente, el horario de la sucursal, pero lo que más me gustaba era Martina. Al final me asignaron a un sucursal vecina, por lo que no nos alejamos y poco a poco seguimos en contacto.
    
    Ahora si al relato, cierta vez surgió un turno nocturno para mí, en otra sucursal para supervisar un ...
    ... inventario, era julio, pleno invierno. Lo tomé ya que igual me servía el dinero extra. La persona que me contactó me dijo que faltaba una persona de apoyo.
    
    Inmediatamente pensé en Martina, le hablé y le pregunté si le interesaba apoyarme en el inventario, a lo que respondió que sí, llegó el día y nos juntamos en una estación de metro cercana, ya que ella estudiaba en las tarde-noche después del trabajo.
    
    Pedimos un Uber y fuimos a la sucursal la cual estaba dentro de un supermercado muy grande y según su reglamento teníamos que quedarnos dentro hasta las 6:30 de la mañana.
    
    Yo llevé mantas y comida para ambos, pasamos los filtros de seguridad del supermercado e ingresamos, ya el personal del inventario se encontraba allí, así que iniciamos el trabajo.
    
    Martina tenía un pantalón ajustado, yo no perdía oportunidad de mirar ese voluptuoso y delicioso culo que posee, aguantando mis ganas de darle un par de nalgadas a ese trasero, se hizo casi la media noche, le propuse comer algo, ya que el personal del inventario no iba a merendar aún.
    
    Fuimos a la cocina de la sucursal, mientras el resto del personal seguía con el conteo, ya solos en la cocina y pendiente que nadie estuviese cerca, aproveche acercarme por detrás de Martina, robarle un beso con lengua y agarrar sus ricas tetas.
    
    Lo que me provocó una fuerte erección, ese día me puse una sudadera de algodón gris, por lo que el bulto de mi verga al pararse se notó mucho.
    
    -Ves lo que me provocas –le dije con una sonrisa ...
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