1. Intriga Lasciva - El Instituto [29]


    Fecha: 15/02/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... culo, irremediablemente se acordó de su hijo. Había visto (en un video) cómo a Cristian le metían una gruesa verga por el culo… a su hijo lo habían hecho gemir de placer a pijazos… y ahora Lisandro tenía la tarea de hacer lo mismo con Ámbar.
    
    Posicionó su glande en la entrada del culo, y con la ayuda de abundante lubricante comenzó a meterla. Se sintió cómo… si estuviera penetrando a su propio hijo. Como si estuviera replicando lo que tantas veces vio en ese maldito video.
    
    Pero esta controversia no lo detuvo. Se aferró a la cintura de Ámbar y empezó a darle duro. “Si esta puta quiere pija, se la voy a dar”, pensó mientras la embestía cada vez más duro.
    
    Luego de unos minutos cambiaron de posición, Ámbar se colocó boca arriba, con sus tetas apuntando al techo. Lisandro pensó que, a pesar de ser artificiales, cumplían su propósito a la perfección. No eran ni grandes ni pequeñas. El tamaño justo.
    
    Mientras le daba duro, no pudo dejar de notar que la verga de Ámbar estaba erecta… y se sacudía para todos lados con cada embestida. Sin darse cuenta Lisandro empezó a meterla más rápido… y más rápido, para que esa verga se sacudiera con más fuerza.
    
    —Ay, papi… me vas a romper el orto…
    
    —Perdón, no me di cuenta…
    
    —Nada de pedir perdón. Dame duro que me gusta. —En ese instante Ámbar notó que los ojos de Lisandro estaban fijos en su miembro—. ¿La querés chupar?
    
    La pregunta tomó por sorpresa a Lisandro. Al principio se sintió ofendido. ¿Cómo osaba a preguntarle ...
    ... semejante cosa? Después recordó que Ámbar solo estaba haciendo su trabajo, además la pregunta no cargaba ni una pizca de burla o malicia. Fue directa, firme. Como quien propone un término para un acuerdo de negocios.
    
    Ya más calmado, Lisandro estuvo a punto de rechazar la propuesta de forma cordial, cuando volvió a fijarse en la forma en que esa verga erecta se meneaba ante sus ojos. Lo invadió la imágen de su hijo, Cristian, chupando verga. También recordó lo que el chico le había dicho: “En realidad lo hice por curiosidad… quería saber qué se sentía chupar una verga”.
    
    Y seguía sacudiéndose…
    
    Lisandro ni siquiera era consciente de que él seguía penetrando duro y parejo a Ámbar. Estaba hipnotizado por el meneo de ese miembro erecto que bailaba como si estuviera intentando seducirlo.
    
    De pronto se le ocurrió que en esa habitación no había nadie más que él y Ámbar. Ella tenía un estricto contrato de confidencialidad. No podía decir absolutamente nada sobre lo que hacía con sus clientes… ni siquiera a otros clientes. Si lo hiciera, quedaría entre ellos dos. Nadie más en todo el mundo lo sabría. Nadie le preguntaría por qué lo hizo. Simplemente podía hacerlo porque tenía la oportunidad, y ya está. No necesitaba más excusas.
    
    Con su propia verga palpitando como nunca antes, Lisandro bajó la cabeza hasta encontrarse con ese pene perfectamente depilado que surgía de un cuerpo tan femenino como el de su propia esposa. La sujetó entre sus dedos y sin meditarlo más, la tragó. La ...
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