Nueva vida en el viejo Mundo - 1er Día de Traba - Relatos Eróticos

Nueva vida en el viejo Mundo - 1er Día de Traba

... rostro, que aún mantiene los con signos de cansancio y sueño, y esto se debe a todo lo que en este especial día viviré.

Abro mi cajón en donde guardo mi ropa interior.

Con cuidado tomó de él una caja que es mi tesoro más preciado que guardo de mi época como mujer full time.

Esta caja guarda envuelto en papel de seda junto con una pequeña bolsa improvisada de una vieja media de nylon que contiene finas flores de lavanda, que recogí hace tiempo atrás en un parque de la ciudad de Belgrado, donde por razones extremas y gracias a la pandemia tuve que vivir unos meses.

Allí dentro reposa muy bien cuidado, mi más querido y preciado conjunto de lencería fina. Solo con abrirla, esta libera y me envuelve con su aroma exquisito de perfume, que guarda dentro desde hace meses y porque no años.

Al abrirlo, me roba una amplia sonrisa mientras llevo esta preciada caja a mi corazón.

Siempre me alegra hacerlo, dado que solo se abre para ocasiones especiales como la que hoy voy a vivir.

La abro, y despliego con sumo cuidado sus hojas de seda, y ante mi, el aroma intenso de las lavandas me envuelve apareciendo nuevamente ante mi el preciado conjunto de lencería fina que más amo y cuido.

Las yemas de los dedos lo acarician y recorren con lentitud, el fino encaje hace que mi piel se despierte y cobre vida, sensibilizando y erizando cada una de las millones de células que forman mi cuerpo.

Solo acercar su fina tela a mi nariz y sentir nuevamente el delicado y ...

... concentrado perfume natural, junto a su roce en mi mejilla, me recuerda mi esencia de mujer, María Sol.

Ya repuesta, cojo mi albornoz, mi toalla, y los productos de tocador, saliendo de mi habitación en silencio y con sigilo, para no despertar a mi vecinos de piso.

Tomo una ducha rápida, aplica el jabon perfumado en todo mi cuerpo, para luego secarme con cuidado el cabello y cuerpo.

Lavo mis dientes como siempre, aplico crema hidratante diurna en mi rostro, luego la corporal y la de manos, para finalizar con un suave splash que refresque y perfume mi piel.

Luego a modo de ritual parada sin doblar mis rodillas, primero un pie y luego el otro, comienzo a sentir mi braga acariciar al subir por mis piernas, junto con la exquisita sensación de sentir mi brassier/sosten envolver mi cuerpo, cubrir mis pequeños senos que aun hoy en día gracias a haber tomar hormonadas hace mucho tiempo, mantienen su forma. Sin lugar a duda esta es la razón por la que tanto amo este conjunto.

Aprovecho también para aplicar la pre-base de maquillaje en mi rostro y se vaya secando, mientras finalizo aquí dentro. Poniéndome el Albornoz nuevamente, limpio todo para que el próximo no se queje, recojos mis cosas para regresar con los mismos pasos sigilosos a mi dormitorio.

Ya dentro cierro la puerta y comienzo a vestirme. Lo primero son medias nuevas, luego el turno del vestido nuevo que deseo sentir como su fina tela envuelve mi cuerpo, coloco mi peluca, postiza, sabiendo que en pocos meses dejaré ...