Una foto de resaca (I)
Fecha: 28/02/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: darthmaul, Fuente: TodoRelatos
Me desperté con una resaca terrible. Y como casi todo el mundo que se despierta, lo primero que hice fue encender el móvil. Y lo segundo, como casi todo el mundo, comprobar el WhatsApp (otras veces arrancaba con el Instagram). Pero ese día miré el WhatsApp.
Maldita la hora en la que lo hice. O bendita.
Tenía mensajes de un grupo de colegas, otro de padres del cole, y el último era de mi hermana. Como no me llevo demasiado con ella, me extrañó, y más un domingo por la mañana que se supone que debería estar con sus hijos. Aunque el mensaje no era de esa mañana, sino de la noche anterior. Concretamente lo mandó a las cinco y cuarenta y cinco. Diez minutos después, más o menos, de que yo apagase el teléfono.
Y allí estaba ella: con las tetas fuera y mordiéndose el dedo. Una foto erótica de muy buen gusto. Me quedé, como se suele decir, en shock.
La foto tenía un subtítulo: ¿te gustan? Un beso.
Joder, y por un momento pensé en escribir: ¿cómo no me van a gustar?
Unas tetas que deberían rondar la talla 95 o así, con un pezón pardo y erizado. Y el dedito mordido por unos dientes blancos de sonrisaprofidén.
Nunca había visto a mi hermana desnuda hasta aquel momento, ni en ninguna pillada por accidente en la ducha, ni en la playa, ni nada. Una relación aséptica y distante, tan solo pincelada por los nacimientos de los sobrinos: ella tenía dos chicos, yo chico y chica.
Veranos en el pueblo, alguna escapada a la playa cuando los dos teníamos pareja, y poco más. ...
... Ahora, desde que ambos no separamos, habíamos acercado posiciones, aunque no tanto como para que me mandase una foto en tetas, ni mucho menos.
Lo primero que hice, por curiosidad morbosa, fue hacer una captura de pantalla. Se supone que la foto estaba ya guardada en mi archivo, pero por si acaso. Después me di una ducha para despejarme, tanto de la resaca, como de la confusión de haber visto esa foto. Me puse a pensar en cómo me tenía guardado ella en el móvil, y creo que era como “Nano”. Así me llamaban en casa desde siempre mis padres, y ahora, con cuarenta y tres, seguían haciéndolo. Pensé en algún Nando, o Nacho, o algún nombre que se le pareciera. Sí, eso debí de ser. Debía de tener algún ligue y se equivocó al compartir la foto. Habíamos hablado por mensaje el día anterior acerca de una comida con los padres, y esa debió de ser la confusión. Así que no le di mayor importancia. Cuando cerré el grifo de la ducha, decidí que borraría la foto y no diría nada con la esperanza de que ella lo olvidara.
Pero no la borré, yo, sino que lo hizo ella: cuando volví a mirar el móvil ya la había quitado. Pero no había dicho nada: ni un lo siento, ni perdona, ni nada. Silencio absoluto.
El caso es que la resaca no había desaparecido del todo, y ya se sabe lo que tiene la resaca: que te deja cachondo para el resto del día.
Y como era domingo, los niños estaban con su madre, y yo tenía toda la tarde solo para mí, pues me puse a tocarme y a ver porno y a chatear. Y por algún ...