«La mujer perdida II» Capitulo III
Fecha: 04/03/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Infidelidad
Voyerismo
Autor: oldie, Fuente: SexoSinTabues30
... había ido toda la situación de las manos, sino que también miraba hacia mi posición preocupado, sabía que si yo me entrometía, posiblemente me llevaría una paliza y no librería a mi madre del calvario que le esperaba.
-¡Claro hombre! Aquí hemos dicho que los 4 íbamos a tener una fiesta flamenca y la vamos a tener-
En ese momento, don Alfonso, nuevamente sujetó los brazos de Mercedes desde el otro extremo de la mesa y se
acercó a su oído y le dijo
-Tranquila, todo pasará-
Eso era ya demasiado y yo no sabía qué hacer… Para cualquier niño de 10 años en esta situación, se sentiría como un ser completamente indefenso a merced de cuatro
fieras. Pero ese día, entendí que yo no era un niño ni normal ni corriente. Ese día me di cuenta de que en este mundo
existen los depredadores y también existen las presas, y esta sociedad te cataloga en una de las dos posiciones.
“Depredador o presa” …
Pero… ¿Y si yo estaba por encima de todo eso?
¿Y si yo era el “depredador de los depredadores”?
Inmediatamente comencé a mirar a mi alrededor, y me di cuenta de que tenía la solución cerca de mí, me daba
exactamente igual cuales serían las consecuencias y quien caería con ellas.
Don Germán, sujetó del cuello a mi madre y le metió de un golpe su grueso miembro…
Ella soltó un alarido de dolor a causa de la poca lubricación, y la tensión que estaba viviendo, al mismo tiempo, el cerdo de don Germán comenzó a follar fuertemente a mi madre,
mientras la estaba ...
... bombeando, le estaba pegando bofetadas
en los pechos causando verdadero dolor y moretones en la pobre, y llegó un momento en el que pareció que no le
estaban doliendo las tortas y comenzó a soltar pequeños gemidos.
-¡Mira la puta!…
¡Verás como al final, la zorra termina corriéndose como la cerda que es!-
Soltó su cuello y ordenó a don Alfonso que se tumbara boca arriba sobre la mesa. Ella como una marioneta, fue colocada sobre él y lo montó a horcajadas.
-¡Comienza a cabalgarlo!-
Y como si se tratara de una yegua, comenzó a palmearle el culo y las caderas fuertemente para que comenzase a follar a don Alfonso.
Mientras mi madre gritaba y gemía, cabalgaba al ser que la había vendido sin mirarle a los ojos. Don German, la cogió de la nuca y la obligó a inclinarse hacia el hombre que la
estaba follando desde abajo. Escupió sobre su ano y con el dedo comenzó a hurgar en él. Mi madre gritó e intentó
zafarse, pero entre don Alfonso y don Casimiro la sujetaron
dejándola completamente inmovilizada y con su precioso y redondo trasero expuesto, a merced de los dieciocho centímetros del congestionado rabo de don German.
Acababa de terminar con mi plan, cerrando del todo la persiana, para que nadie pudiese entrar, justo para escuchar
el aterrador grito de mi madre siendo desgarrada analmente por ese cerdo psicópata.
-¡Que no grite tanto Hostia!… ¡Se van a enterar hasta en el
Polígono sur! –
-¡¿También le vas a impedir que grite?!-
-¿A ti ...