Pasión filial
Fecha: 04/03/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Petite, Fuente: TodoRelatos
Como les había comentado, la familia de mi padre viven la mayoría en un pueblo cercano, no conosco a todos porque es familia grande, y yo vivo en la ciudad.
Pero cada vez que hay alguna oportunidad trato de ir a reuniones. Así que un día fui invitada a los 15 años de una prima que ni conocía.
En el pueblo ya me esperaba mi papá y mi hermano.
La casa de los abuelos había mucha gente, a la mayoría ni conocía. Por la tarde fue la misa y por la noche la fiesta, de esas fiestas de pueblo con el máximo de ruido.
Yo fui con un vestido corto straples pegado, en color tinto. Y mis tacones para no verme tan bajita. Cabello estilizado y suelto.
Yo bebía y me divertía como loca, total, ni me conocían.
Cuando por fin fue el vals de la quinceañera, pude notar como un chico de los invitados no dejaba de verme.
Era un chico lindo, y se me hizo fácil coquetear con él. Bailamos un buen rato. Pero su forma de abrazarme para bailar eran con tocamientos intencionales.
Al inicio no tome importancia. Pero cada vez era más descarado. Este chico estaba jugando con fuego. Así que también comencé a portarme mal y me restregaba en él al bailar.
El deseo era mutuo y decidimos salir del lugar.
La fiesta fue dentro de una hacienda que era rentada para eventos. Fuimos en busca de un rincón para seguir con el juego. Encontramos la bodega de limpieza.
Un cuartito pequeño con una mesa una silla y varios productos de higiene.
Me senté en la mesa, nos besábamos intensamente, ...
... saco mis pechos al aire y los manoseaba. Era tosco, rudo como un chico de pueblo, con esas manos ásperas que tanto me excitan.
Se sento en la silla y saco su verga y sin indicarme nada me lo lleve a la boca . Estaba con alcohol encima y unas ganas de coger. Me lo devoraba entera, quería dejárselo muy tieso para que me penetrara.
Él lo gozaba, me decía guardadas que me calentaban más. Así que más y más se lo mamaba. Él no aguanto más y me eyaculo en mi boca.
Aún no terminaba de eyacular cuando abrieron la bodega, era un encargado de la hacienda. Cerró rápido la puerta, pero nos cortó la inspiración.
Me limpie y salimos de la bodega aun arreglandonos la ropa.
Él chico de la hacienda solo nos miraba avergonzado pero no dijo nada.
Continuó la fiesta y ya no pude hablar con él, ni su nombre sabía. Terminó la fiesta y nos fuimos a casa de los abuelos a descansar.
Al día siguiente mientras ayudaba en dar de comer a las gallinas en el corral, me encontré con este chico de la noche anterior. Dijo que quería volver a verme y nos pasamos los números celulares para quedar más tarde y me entere que se llamaba Luis.
Entre los mensajes para ponernos de acuerdo, hubo pláticas candentes, fotos y audios para decirnos las ganas que teníamos de cogernos.
Llego la hrs de vernos y salí sin hacer ruido al corrar. Ahí estaba Luis.
Dentro del corral hay un cuarto que usan de oficina. Esa oficina sería nuestro cuarto de los secretos.
Nos deborabamos a besos y caricias, ...