1. Papá me atormentó en el patio de servicio


    Fecha: 14/03/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... ganas de cogerte preciosa.
    
    —Ven acompáñame al patio, acabo de terminar de lavar tu ropa. —Le dije misteriosa.
    
    —A ver hermosa, vamos. ¡Muchas gracias! —Me dijo al ver su ropa limpia y tendida.
    
    —De nada papi hermoso, y mira lo que tengo aquí bebe. —Yo le mostré las pinzas para la ropa y la cuerda.
    
    —Tengo ganas de que me amarres de las manos y me las sujetes en el tendedero, para que no me pueda mover y tu me pongas las pinzas en los senos, en el culo y mis labios vaginales, y donde se te antoje papi, quiero me atormentes. —Él se quedó perplejo.
    
    —Pero eso te va a lastimar princesa ¿quieres que le las ponga todas? —Me preguntó morboso.
    
    —Sí, todas. Quiero sentir dolor y que me cojas con ellas puestas. —Le dije con voz dulce y cachonda, como la puta sumisa que soy.
    
    —Entiendo hermosa, te voy a complacer, se ve que quieres sufrir hoy.
    
    Entonces, mi papi tomó la cuerda y me amarró las manos juntas, y me sujeto en el tendedero, como si fuese un trapo que no valiera nada, quede abierta de piernas en el patio de servicio, la luz del sol calentaba mi cuerpo, ocasionalmente algunas nubes se posaban sobre de mi atenuando el calor. Mi papá comenzó a poner las pinzas, primeramente, lo hizo en mis senos desde el exterior hasta llegar a la aréola, puso 15 pinzas en cada seno, mis pezones estaban tan alargados y duros que soportaron dos pinzas.
    
    —¡Aaahhhh! ¡Me duele! ¡Aaayyy! ¡Sí papi, tortúrame! ¡Aaaayyy!
    
    —Me excita mucho atormentarte princesa, ya tengo la verga ...
    ... bien dura.
    
    Mi papi continuó poniendo más pinzas ahora en mis nalgas sentí alrededor de 20 pinzas en cada nalga, desde el exterior hasta llegar a la entrada de mi ano.
    
    —¿Te gusta preciosa? —Me preguntó de forma muy lujuriosa
    
    —¡Sí papi! ¡Me excita mucho! ¡Cáusame mucho dolor! —Le dije derramando algunas lágrimas.
    
    —Muy bien princesa ¿sabes en donde sigue verdad?
    
    —Sí, ya lo se. Hazlo papi, aunque grite y llore.
    
    Ahí fue cuando mi papá comenzó a poner pinzas en mis labios vaginales carnosos y calientes, el dolor fue muy fuerte. Me dolió muchísimo, sentí aproximadamente 10 pinzas colgando de mis labios vaginales y otras 10 en mi entrepierna. Las demás pinzas las colocó dispersas en mis piernas, abdomen y espalda y otras en mi cuello. Sentí un gran dolor por todo mi cuerpo, pero la excitación que me causo el sentirme castigada y atormentada por mi padre fue mil veces mayor.
    
    —¡Aaayyy! ¡Aaaaayyyy! ¡Aaahhh! ¡Aaauuu! ¡Aaayyyy! ¡Me duele mucho! ¡Me arde!
    
    —Tienes los pezones muy duros mi amor y tu piel se ve muy irritada ¿Quieres seguir? —Me preguntó retándome.
    
    —Sí, papi, me duele mucho, pero me gusta. Acaríciame frotando con tus manos para que me duela más.
    
    —A ver preciosa, ¿Así? —me preguntó mientras pasaba sus manos sobre las pinzas, moviéndolas para causarme dolor.
    
    —¡Aaayyy! ¡Aaayyyy! ¡Sí, así! ¡Ay que rico papi! ¡Aahhaaa! —Le dije llorando de dolor y placer.
    
    En ese momento mi papi, se quitó la ropa completamente. Su enorme verga quedó expuesta a la luz ...
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