Mi nuevo Papa 3 - Relatos Eróticos

Mi nuevo Papa 3

... en la mejilla y yo gire un poco la cabeza, así que me beso rozándome los labios. Yo solo le sonreía coqueta e insinuante.

Eso lo perturbo más de la cuenta, así que, de inmediato, salió de mi habitación despavorido otra vez tratando inútilmente de ocultar su tremenda erección.

Pasaron varios días y el nuevamente no se asomaba ni de lejos por mi habitación. Ya en las mañanas, de plano me esquivaba la mirada y trataba de no mirar mi escultural figura. Solo me dirigía la palabra lo mínimo indispensable. Pero no dejaba de tener esas enormes erecciones y le apenaba muchísimo el que yo me diera cuenta de eso.

Sin embargo, note cuando en las noches cogía con mi mama, la hacía gemir y suspirar con mucho mayor intensidad, mucho más que antes. Claramente se notaba que él se la cogía casi con furia, imaginándose quizá, que era a mí a quien se lo hacía. No había la menor duda de eso.

Así que empecé a entrar en las noches a la cocina en fondo, dejando ver mi maravillosa figura, con el pretexto de prepararme algo antes de irme a dormir. Yo solo lo veía como se excitaba nomas de verme y enseguida surgía esa inevitable erección.

Trataba de distraerse comentando con mi mama cualquier tontería tratando de evitar mirarme, pero yo, toda cariñosa, como una buena hijita de papi, le abrazaba por detrás apachurrándole los senos en su brazo y dándole un cariñoso beso en la mejilla, cerca de los labios y diciéndole coqueta e insinuante ~buenas noches papi ~ y me alejaba rumbo a mi habitación dando pequeños saltitos y meneando las nalgas, dejándolo de lo más excitado y con el pene todo parado y de lo más duro. Continuara…