Secretos de Padre e Hijos 9 - Relatos Eróticos

Secretos de Padre e Hijos 9

Secretos de Padre e Hijos 9

Memo: el abuelo ya no tenía ningún pudor, pues salía desnudo y dormía en la misma cama que papá y yo, mi padre me dijo que el viernes haría una fiesta, para despedir al abuelo, en la cual habría pocos invitados, ya que el abuelo se marcharía a vivir a la casa del tío Miguel. Me dijo que nada más había invitado a un compañero de su trabajo, al tío Armando, a Valentín, su cuñado, la fiesta estaba planeada para el viernes por la tarde.

El viernes en la tarde, cuando papá llegó, entró y dejó sus cosas en la habitación, un poco más tarde llegó Valentín el primer invitado, papá llevó a Valentín a mi habitación para que se diera un baño y se vistiera, ya que venía de su trabajo, luego papá salió y me pidió que fuera a su habitación, ya en la habitación de papá, me dio una caja y me dijo que era lo que usaría en la fiesta, me di un baño, luego papá y el abuelo salieron de la habitación y me dejaron solo para que me vistiera, ya que fui el último en bañarme.

Al abrir la caja veo que solo hay un moño, un suspensorio rosa y un dilatador anal. Me empecé a reír y luego llamé a papá. Tardó un poco en llegar y cuando entró a la habitación, le mostré lo que contenía la caja, papá se empezó a reír y solo me respondió; dijiste que harías lo que te pidiera, te pido que uses lo que te dejé en esa caja, no te quejes verás que la pasaremos bien, ah se me pasaba, saldrás hasta que diga; ya salgan, de acuerdo. Me empecé a reír y a vestirme con aquellas prendas, ...

... papá me guiñó un ojo y me dijo que teníamos que ser buenos anfitriones, se lo debemos a tu abuelo.

Esperé durante media hora o quizás un poco más, vestido con aquellas prendas que me excitaban, cuando se escuchó la voz de mi padre, llamándonos. ¡YA SALGAN! Cuando salí vi a papá, el abuelo, al tío Armando y al amigo de papá, don Manuel. Un hombre grande, moreno, llenito, de espesa barba, de unos 56 años, aproximadamente, los cuatros llevaban puestos unos chalecos pequeños que no les alcanzaba a tapar todo el pecho y abdomen, sobre todo al Sr. Manuel que su barriga era la más abultada de los cuatro, llevaban también unas chaparreras de vaqueros, de esas de cuero que usan para montar por encima del pantalón, pero ellos no llevaban ni pantalón ni calzoncillos, también andaban de sombrero y botas, cosa que me causó gracia, pero me contuve de reír, al ver a mi lado a Valentín, que estaba vestido con un atuendo semejante al mío, además se veía sorprendido.

El vestía de la misma manera que yo vestía, solo con su moño, suspensorio y su dilatador, con el detalle de la cola de zorra que tenía en dilatador en la parte de la base, seríamos las zorritas que cazarían esos cuatros vaqueros, yo ya conocía las vergas de tres de esos hombres, pero la que no conocía era la del amigo de papá. Lo conozco desde hace años, pero nunca imaginé que pasaría a conocerlo desnudo, ese hombre se gastaba una verga de unos 19 cm, gruesa y con una abundante mata de vello púbico grisáceo, al igual que en ...