1. La madre de mi amigo


    Fecha: 22/03/2025, Categorías: Incesto Autor: tangram22, Fuente: RelatosEróticos

    ... empezar a masturbarse en silencio o en todo el silencio que podía. Mientras nos miraba con cara de salido.
    
    Marta extendió su mano para acariciar una de sus tetas. Pellizcaba su pezón con suavidad. Concentrada en su placer y en mis ojos todavía no se había dado cuenta de nada.
    
    El boxer de Javi ya había caído al suelo pero la visión de su depilada polla me la tapaba su mano. La tenía bien agarrada. A un gesto mío comenzó a acercarse. Cuando Marta notó el peso de su rodilla sobre el colchón intentó separarse de mí. Hasta empujó mi cabeza para apartarme de su coñito.
    
    Me apoderé de su pezón entre mis dedos para excitarla aún mas y que se estuviera quietecita. Sin soltar a su madre le atraje para que me besara y notar su lengua jugueteando con la mía. Tuvo que rozar el muslo de su madre para llegar hasta mi rostro.
    
    Ella nos miraba asombrada. No es lo mismo saber algo de forma intelectual que verlo en directo. No se perdía nada del morboso espectáculo sin atreverse a tocar a su hijo pero sin separar los muslos, para que no me alejara mucho. Y desde luego los dos la mirábamos de arriba abajo devorando su voluptuosa anatomía con nuestros ojos.
    
    Fue Javi el que por fin, decidido, besó a su madre en los labios, pasándole parte de mi saliva y jugueteando con su lengua. Estaba disparado. Ella se rindió a lo inevitable y dejó que la acariciáramos entre los dos. Tuvo que repartir sus manos entre nuestros cuerpos. Ambas manos buscaban polla. Lástima del abundante vello que ...
    ... cubría su pubis, aunque los labios estaban depilados.
    
    Sonriéndonos entre nosotros pasábamos las lenguas por ella y cruzándolas de vez en cuando sobre su suave piel. Saboreando nuestras salivas sobre la piel tersa de su plano vientre. Yo estaba juguetón así que le dejé el xoxito a su hijo y me puse a su espalda. Como deseaba la dureza de esas nalgas que no era la primera vez que follaba. La noche antes de habían librado por poco.
    
    Las separé con las manos aunque él apretaba el culo. Pronto se rindió a lo inevitable cuando le di un suave mordisco en la piel de su nalga derecha. Todavía olía a sueño, pero no me importaba. Mi lengua se deslizó por su raja mojándola de saliva.
    
    Su madre nos miraba alucinada. Entre sus prietos muslos mi mano acariciaba sus huevos. Lamí su ano jugando con la lengua clavando todo lo que podía. Estaba limpio y sabia que lo que le gustaba por los gemidos que oía. Mi cara enterrada en su culo separándolo con las manos. Subía y bajaba la lengua por toda la raja o volvía a su ano.
    
    Marta acariciaba la cabeza de Javi dejándose lamer por todas partes como si fuéramos dos gigolos a los que pagara para darle placer.
    
    Me pedí ser el primero en probar su coño y conseguí apartarlo lo suficiente, olvidando durante un momento el duro culito de mi amigo. Entre los dos la tumbamos de espaldas en su cama. A horcajadas deslizando mi polla dura húmeda con la saliva de su hijo y por los jugos. La pasé por los labios de su vulva adelante y atrás haciéndole desear ...
«1234...»