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El padre de mi mejor amigo, el cumpleaños
Fecha: 22/03/2025, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... liberarme de ellos. Agachado aprovechó para pasar la cara y los labios por encima de mi paquete y notar su dureza. Pero sin quitarme el bañador. Volvimos a abrazarnos y besarnos en medio del salón dando espectáculo a los otros tres que seguirían acariciándose. Marcos se decidió por fin a quitarme la camiseta que tanto juego había dado hasta entonces. Pero que a mi ya me molestaba puesta. Aprovechó para lamer mis pezones y cuando tuve los brazos por encima de la cabeza las axilas. El cinturón de sus vaqueros me arañaba el vientre así que empecé a quitarle los pantalones. Si slip era tan pequeño y ajustado como el mío. No me resistí a sujetar un momento su polla entre mis dientes con suavidad y por encima de la tela. Piel con piel, pecho con pecho seguimos bailando bien pegados. Nuestras pollas duras sólo separadas por los gayumbos. Para entonces en el sofá Pablo tenía agarradas con cada una de sus manazas los nabos de sus amigos y los pajeaba con suavidad. Mientras los tres nos miraban a nosotros. Julio y Nacho habían conseguido sacar el mástil, pues aquello merecía ese nombre, de las bermudas del gigante y lo meneaban a dos manos y aún así sobraba polla. Marcos y yo nos bajamos los slips a la vez dejando que los otros nos vieran las nalgas y frotando por fin los rabos desnudos uno contra otro. Yo agarré las dos y las pajeaba suave mientras seguíamos dándonos saliva. Me lamió la oreja para decirme lo suficientemente alto como para su lo oyeran todos: -¿Y si ...
... vamos a la cama? Todos estuvimos de acuerdo. Por el camino fueron desapareciendo las últimas prendas que quedaban enredadas en las ingles. Lo único que quedó fueron mis guantes de gasa trasparentes. Pablo me levantó con sus fuertes brazos y yo rodeé su cintura con mis piernas mientras le comía la boca y me llevaba sin esfuerzo aparente hasta el dormitorio. Su polla dura rozaba mi ano provocándome escalofríos de placer. Sin soltarme se dejó caer en la cama conmigo encima. Tenía que lubricarme bien o aquello me iba a provocar un destrozo. Julio atento a que no me pasara nada se puso entre los muslos de Pablo. Allí noté su lengua en el ano para dilatarme aunque de vez en cuando le daba buenas lamidas al tronco de Pablo. Alguien le alcanzaría el lubricante pues al poco empezó a ponerlo en ambos sitios. Se gastó mucho de eso esa tarde noche. Nacho se vino entre nuestras cabezas. En cuclillas consiguió meter su cara entre nosotros. Pablo le alcanzaba a comer el culo y yo tenía su polla justo frente a mi boca. Evidentemente no me resistí y empezando desde los huevos empecé a lamerla y chuparla. Estaba claro que no era la primera vez que se lo montaban así y que tenían las posturas ensayadas. Y yo me había tragado como un pardillo que iba de animador. Marcos quedaba por allí, tocando, besando, lamiendo toda la carne que había expuesta. Toda la piel a su disposición. De vez en cuando yo sentía sus caricias y besos en mi piel. Pero se dedicaba a los cuatro. Una vez bien ...