1. No soy como la mami, papi. – IV


    Fecha: 27/03/2025, Categorías: Incesto Intercambios Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dedo en el culo … así eyaculará una enorme cantidad de semen … y aunque te parezca raro … a los hombres les gusta que le penetren el culo mientras le chupan la polla …
    
    Bueno, mi hija me había acostumbrado a meterme un dedo en el trasero, debo confesar sinceramente que la cosa no me disgustaba para nada. Se dibujó una sonrisa maliciosa en el rostro de mi mujer, se metió el dedo medio a la boca y se lo mojó muy bien, después me abrió las nalgas, ubicó mi agujerito estrecho y me lo metió todo dentro.
    
    —¡Ummmmmm! …
    
    Se me escapó un gemido y una corriente eléctrica atravesó todo mi cuerpo. ¡Carajo!, me gustaba mucho. Madre e hija, putas marranas ambas, continuaron a mamar mi polla con deleite; una masturbada por parte de Carolina, chupadas y lamidas alternadas entre madre e hija, dulces movimientos del dedito de mi mujer en mí culo. Cerré mis ojos y disfruté la lujuria más desenfrenada que nunca antes había experimentado. Humanamente imposible continuar a resistir. Mis piernas se pusieron tiesas, mis nalgas duras como roca, mi polla comenzaba a vibrar y hacer que todo mi cuerpo se estremeciera, entonces grité:
    
    —¡Ay, Dios! … ¡Ay, Dios! …
    
    Mi hija al escuchar mis desesperados gritos empujó mi polla entera en la boca de su madre y la bloqueó con su abrazo. Helena intentó liberarse, pero no le fue posible, mi hija la bloqueaba firmemente, así que comenzó a tragar los copiosos borbotones de mi esperma densa y abundante:
    
    —¡Bebe, mami! … ¡Trágalo todo! … ¡Saborea y ...
    ... siente como es rico el semen de papá! … ¡pero no seas golosa! … ¡deja un poco para mí! …
    
    Así diciendo, le quitó mi polla de la boca y la metió en la suya para recibir un par de borbotones de esperma fresca, eso dio tiempo a Helena a tragar el semen que tenía en su boca. Enseguida mi hija, apretó mi polla y la pasó a la boca de mi mujer, Helena esta vez no solo no probó a hacerse a un lado, sino que tomó ella misma mi pija en su mano y se la llevó a la boca, estrujando hasta la última gota de lechita en su lengua. Mi hija protestó:
    
    —¡Puta marrana! … ¡Te la estás tragando toda! … ¡No has dejado ni una sola gota para mí! … ¡No te tragues esa última! … ¡Ven! … ¡Ven y dámela directamente de tu boca a la mía! …
    
    Mi mujer chupaba como poseída por algún demonio sediento y tenía mi polla muy estrecha con sus dos manos, como temiendo que mi hija se la fuera a quitar. Deduzco que debe haber estado fascinada por el sabor de mi esperma. Siguió chupando vorazmente con mi glande estrecho en sus labios, sus mejillas hundidas por el efecto de la succión. Luego de chupar hasta las últimas trazas de semen de mi polla se volteó sonriente hacia mi hija que la miraba expectante, le sonrió abriendo su boca para mostrarle que la tenía llena de lechita fresca, se acercó a ella, tomó su rostro en sus manos y procedió a abocar el contenido de su boca en la boca de mi hija, fundiéndose ambas en un abrazo con apasionados besos. Después de un rato se separaron, mi hija la miraba extasiada pasando su ...