El mejor amigo Parte 4 - Relatos Eróticos

El mejor amigo Parte 4

... cerebro, lentamente como viniendo desde un lugar muy lejano.

No llegaba a despertarme del todo, era como estar dormido a medias.

Un gemido femenino pero muy suave, como quien no quiere hacerlo, un gritito leve, como el maullido de un gato, flotando en la oscuridad de mi cerebro y el gemir de los muelles de la cama.

No lograba abrir mis ojos y luego la voz de Nacho, inconfundible.

_No te cortes, venga_

El ruido inconfundible, liquido, acuoso de la penetración, muy suave todavía.

Otro pequeño gemido, lastimoso.

Daba pena casi escuchar aquello, era un pequeño gritito, mezcla de suspiro y aflicción.

_Déjalo salir cariño…no te cortes, venga_ otra vez la voz de Nacho

Y ahora pude escuchar el golpe asordinado de pelvis contra nalgas.

Y el gemido un poco más fuerte ahora, pero siempre lastimoso, doliente.

_No te cortes cariño…déjalo salir….déjalo salir_

Y ahora si un gemido con más cuerpo, más entero, brotando de la garganta, raspándola al salir y el chocar de los cuerpos, más claro, más evidente.

Abrí completamente los ojos, iban a darnos la noche nuevamente, me giré para ver si Erika ya los había escuchado.

Y entonces mi corazón se detuvo, literalmente. Ya sé que esto es imposible pero mi corazón dejo de latir por un momento, estoy seguro.

Durmiendo junto a mi estaba Johana, con los ojos cerrados como haciendo un esfuerzo, con el ceño fruncido.

Creo que nunca había experimentado esa sensación de irrealidad. Era como si hubiese ...

... despertado en un universo paralelo donde Johana era mi esposa y Erika la chica que gemía en la habitación contigua.

Pero Erika era mi esposa y estaba follando con Nacho, no podía ser de otro modo pero ¿Cómo había llegado a suceder?

Johana se revolvió inquieta ¿dormía realmente o estaba fingiendo?

_No te cortes cariño…déjalo salir ya_ dijo Nacho

Y Erika le correspondió, con un gemido claro, profundo, sentido.

_Eso, disfruta de mi polla, cariño, así_

Escuché el chocar de pelvis, imaginé el culazo de mi esposa que yo tan bien conocía, chocando con la barriga de Nacho.

Mi amigo tenía a mi esposa a cuatro patas, no cabía duda.

Pensé en ir al cuarto de ellos y ver, verlo todo, pero estaba paralizado.

Estaba enterrado a muchos metros de profundidad, en un cubículo oscuro, donde el único contacto con la realidad eran esos sonidos terribles que me llegaban a través de la pared.

_Ah!....Ahh!!_ dos gritos cortos de ella y pude notar como Nacho incrementaba la velocidad de la follada.

_Joder Erika…así te quería escuchar….no te cortes cariño_

Bajé mi mano y toqué mi polla y recién en ese momento me di cuenta que tenía una gran erección.

Un largo suspiro de mi esposa me congeló el corazón y más fuerte Nacho comenzó a embestirla y los gemidos ya eran gritos, roncos algunos, ahogados y otros más claros, saliendo de su garganta a pesar de su resistencia.

_Ahhh!!....Si….si_

Y ese grito ya más lanzado y ese “Si” lleno de agradecimiento hicieron que Johana ...