1. Introducción al diario de mi vida


    Fecha: 05/04/2025, Categorías: Transexuales Autor: Victoria Bou, Fuente: CuentoRelatos

    Estamos acostumbrados a escuchar historias de personas que han alcanzado logros en sus vidas que fueron soñados, proyectados o ideados desde la infancia; todo eso, aún si fuera cierto, es pura casualidad. Cuantos han soñado con ser bomberos y se convierten en contadores, cuántos desean ser taxistas y resultan ser astronautas. La vida no se diseña en un paso, es el resultado de deseos, destrezas propias, oportunidades, accidentes y suerte. Yo no quería proféticamente ser lo que soy, yo descubrí ser lo que soy por una gran cantidad de cosas que me fueron sucediendo. Y eso sirve para todos, una es lo que es y una vez reconocido eso sólo queda aceptarse y vivir o rechazarse y ser un zombie. Yo lo admití y eso cambio mi vida.
    
    Yo era una mujer en un cuerpo masculino y cuando las señales se acumularon indicándome esa realidad la adopté con pasión. Junto con esa transformación primordial apareció en mí la vocación de cortesana, para la cual poseía unas destrezas ocultas.
    
    Nunca más apropiado para esta parte, para este libro, para esta historia que el título “Introducción”, dado de que todo se trata de eso. De introducir, meter, empotrar, clavar, penetrar y finalmente llenar. Es la tarea cúlmine y predominante de una cortesana, y así me gusta reconocerme.
    
    Las cortesanas formamos parte de una antigua legión de asistentes de dioses y reyes. Siempre estábamos cuando se nos requería y siempre cumplíamos con los mandatos y encargues que nos confiaban. Sin embargo, no deben ...
    ... confundir servicio con sirviente, subalterna, sierva, o criada. Muy por el contrario, al servir éramos servidas, al secundar nos primeriaban, al alquilarnos nos pagaban, al cortejarnos nosotras seducíamos, y al consentirnos nos regalaban el poder. Aún hoy con duques, príncipes y monarcas desaparecidos continuamos nuestra seductora labor. Seguimos siendo las hijas de la alegría.
    
    Servimos a los dioses, a los emperadores, a los monarcas y al estado. Fuimos sagradas en los templos, mantenidas en las cortes, empleadas del estado, objeto de impuestos, víctimas de persecuciones, pero siempre tan necesarias que nos rogaban volver.
    
    Fuimos Sacerdotisas del Amor Divino, Rameras contribuyentes de las arcas del estado, las Hijas de la Alegría, las Ocas de Winchester, Belles Folles, Hermanitas del Pecar, Esclavas del Serrallo, Muchachas de Jade; más coloquialmente putas, zorras, cerdas, furcias, meretrices, busconas, mancebas, prostitutas, rameras, pero imprescindibles.
    
    Somos las dueñas de la geografía del amor. Conocemos de penínsulas enormes que adecuamos a nuestras bahías anchas y profundas; ofrecemos montes y colinas a quienes sepan apreciar su sabor; abrimos los confines del mundo a quienes se aventuren a penetrar su misterio. Tragamos todo como un huracán y aun así sembramos felicidad por donde pasamos.
    
    Por supuesto que no se nace cortesana, hay que aprenderlo, estudiar, practicar hasta dominar el arte. No es sólo el cuerpo voluptuoso, sanguíneo, ardiente lo que se necesita pues ...
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