Soy masoquista…
Fecha: 07/04/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Fetichismo
Gays
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... dónde un montón de ropa de mujer, incluyendo pantis sostén y hasta pantimedias, la que bajo la amenaza de llegar a golpearme me obligaron a que me fuera midiendo varias de esas prendas hasta que finalmente escogieron la que a su juicio me quedaba mejor. Después ellos comenzaron a darme sencillas caricias sobre mis nalgas, a las que a pesar de mi borrachera en un principio me opuse, lo que los excitó más todavía, con la amenaza de que, si no hacía, o repetía lo que él decía, me entrarían a golpe entre los tres, por lo que yo continué haciendo, y diciendo todo aquello que me ordenaban, a pesar del estado en que me encontraba. Hasta el mismo momento en que me ordenaron que pusiera en cuatro patas, con mi culo bien abierto. Yo, aunque les pedí casi llorando, que no siguieran con ese juego, me di cuenta de que lejos de que desistiesen, eso los excitaba más y más. Lo que a su vez producía en mí un oscuro placer al verme siendo sometido, y obligado a actuar en contra de mi voluntad. Cuando uno de ellos prácticamente arrancándome las pantimedias que me habían puesto, comenzó a pasar su erecta verga por entre la raja de mis nalgas, le pedí casi a gritos que se detuvieran, diciéndole a los tres. Que yo no era ninguna puta, ni maricón, que era su amigo. Pero a la vez disfrutando profundamente de lo que me estaba sucediendo, y sabiendo que mientras más les rogase que no me hicieran daño, más cruelmente se comportarían conmigo. Comencé a sentir, como la verga de mi amigo se abría paso ...
... dentro de mi culo, el dolor fue tremendo, hasta las lágrimas se me saltaron, a medida que él continuó clavándome profundamente todo su miembro, sin consideración alguna, lo que yo sin expresarlo de forma alguna disfrutaba intensamente. No bien mi amigo terminó de meter toda su verga, que se detuvo por unos instantes yo sentí como ese raro placer, imposible de describir, continuaba creciendo dentro de todo mí ser. Los escuche decirme durante todo el tiempo, puta, perra, mueve ese culo, maricón te agrada que te lo metan, mira como llora la nena, te voy a seguir violando hasta cansarme perra. Sabía de sobra lo que ellos me estaban sodomizando, e insultando a gusto, y gana, pero al mismo tiempo, yo lejos de sentirme mal, el placer de sentir esa dolorosa verga partiendo mi culo, y el sin fin de insultos que me decían, me hacían que disfrutase más en esos instantes, era algo increíble. No bien todavía mi culo se había acostumbrado, a tener esa verga dentro, cuando uno de ellos, me agarró por el cabello, y levantándome la cara, me dijo. “Ahora ponte a mamar mi verga.” Al principio, me negué y casi de inmediato él comenzó a cachetear mi rostro con su propia verga, hasta que, dándome un fuerte coscorrón, me dijo. “Acostúmbrate a que eres nuestra puta, así que abre la boca o te vas a arrepentir.” Sus palabras me sonaron bastante amenazantes, y el golpe que me dio en la cabeza, me hizo ver claramente que no estaba jugando. Por lo que, aunque le di la impresión de que no quería hacer lo que ...