1. La mujer perdida II (Capítulo II)


    Fecha: 12/04/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Infidelidad Voyerismo Autor: oldie, Fuente: SexoSinTabues30

    ... pastelito-
    
    Directamente se sentó sobre la mesa y abrió las piernas, mostrándome su precioso conejo rosado y metódicamente rasurado, con sus amplios labios vaginales y ese clítoris hinchado y protuberante, que tanto me gustaba… que más bien parecía un micropene. Comencé a darle golpecitos con la lengua Y mordisquitos en los labios vaginales. Esas dos cosas a ella la ponían muy burra, Al mismo tiempo, empecé a acariciar con mis dedos húmedos su clítoris y le introduje un par de dedos hacia arriba, en forma de garfio…
    
    Entre mis dedos y mi lengua, sentí como ella empezaba a vibrar y a mover sus caderas, acompañando el movimiento de mis dedos, sabía que esa era una señal inequívoca de que estaba haciendo bien mi trabajo. Tras un par de minutos de intensos movimientos con mis dedos y mi lengua, la tenía ya al rojo vivo. De modo que comencé a darle mordiscos en el interior de sus muslos.
    
    Eso es algo que me salió espontáneamente, y a ella parecía gustarle. A continuación, me desplacé un poco y comencé a lamerle los pezones mientras mis dedos seguían hurgando En su punto G. El frenético movimiento de mis dedos y el cimbreo de su cintura, cada vez más intenso, acentuaron que saliera la bestia que hacía pocas horas, había reaparecido en el cuarto de baño de la cafetería Siddhartha.
    
    Y la bestia apareció.
    
    Y comencé a palmearla dándole cachetadas en el coño, eran suaves, pero sonoras, al mismo tiempo que le daba mordiscos leves, pero con pequeños tirones en sus ...
    ... pezones.
    
    Mi Coral estaba desbocada. Ella gemía de una manera que jamás la había escuchado, con sonidos guturales, como si de un animal gruñendo se tratara, consciente de que jamás la había cacheteado ni mordido, pero estaba completamente encendida y con la mano que me quedaba libre, comencé a pegarle pellizcos en su otro pezón. con mis dedos en forma de garfio comencé a imprimir más velocidad a su punto G, provocándole un grito desgarrador.
    
    Intensos, chorros de efluvios, acompañados de espasmos salían de su maltratado orificio vaginal al tiempo que comenzó a gritar
    
    -Dios… Dios!!! Me corro…-
    
    Al mismo tiempo que ella se corría yo imprimí más velocidad en su punto G, haciendo que durante varios segundos fluyesen chorros de su dilatado coño.
    
    Al mismo tiempo, comenzó a sentir espasmos en las piernas, y yo, ni corto ni perezoso, tiré de ella hacia mí y le introduje todo mi pedazo de carne. 18 gruesos centímetros Que empezaron un frenético mete saca, que duró varios minutos.
    
    Mi Coral bramaba, y a mí el hecho de que hiciese más ruido me ponía más cerdo.
    
    Tras varios minutos de intenso mete saca, la saqué a la carrera y me corrí dentro de su preciosa cara, que recibió todo el líquido vital con sumo placer. Después, se metió todo mi pene y terminó succionando hasta la última gota.
    
    Yo me sentía en una nube.
    
    Nos echamos en el sofá, y nos quedamos dormidos un buen rato.
    
    Así era ella mi precioso ángel.
    
    A la mañana siguiente, pensé en llegarme a casa de Sasha y darle la ...
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