1. Él masaje…


    Fecha: 24/04/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... le molestaba que yo me colocase sobre la cama, con el fin de poder sobar sus caderas de manera más fuerte.
    
    Lo cierto es que no le incomodó para nada, hasta que vio que me quitaba la toalla, y mi verga colgaba entre mis piernas.
    
    Mi jefe únicamente se apuró la cerveza que estaba bebiendo, mientras que yo continué dándole ese masaje desde los talones hasta su nuca.
    
    Mis manos recorrían todo su cuerpo, y fue cuando le agarré con fuerza las nalgas, una y otra vez.
    
    Él que estaba recostado boca abajo simplemente separó un poco más sus piernas, y yo sobé con más fuerza sus muslos, y gran parte de sus nalgas.
    
    Mis manos recorrían todo su cuerpo, cuando de momento al mismo tiempo que yo tenía mis manos a la altura de su nuca, y hombros, también tenía mi verga, que rozaba justo el centro de sus nalgas.
    
    Cuando repetí ese movimiento en par de ocasiones más, es decir le embadurnaba con más aceite, y dejaba que mis manos después de sobarle por un buen rato sus nalgas, se deslizaban hasta sus hombros.
    
    Y en ese instante volvió a sentir mi verga ya bastante dura, prácticamente entre sus nalgas, hasta que él, sin hacer comentario alguno, separó un poco más sus piernas, y levantó sus nalgas.
    
    Justo en el preciso instante en que yo le tenía sujeto por los hombros y mi verga se encontraba encima de la raja de su culo.
    
    A medida que continué sujetándolo por los hombros, él comenzó a sentir como toda mi verga se fue deslizando entre sus nalgas.
    
    Era algo en lo que yo, ...
    ... jamás había pensado en que me podía suceder, y en ese momento, lo encontré como lo más rico y sabroso que me hubiese sucedido en la vida.
    
    Continué presionando mi verga contra sus nalgas, y sabrosa, y lentamente continué penetrándolo, hasta que sintió sobre él todo mi cuerpo.
    
    De momento sonó como si un hueso cayera en su lugar, y el dolor de su espalda desapareció, por completo.
    
    Lo cierto es que él comenzó alegremente a mover sus caderas con fuerza, restregándolas contra mi cuerpo, buscando sentir más, y más dentro del toda mi verga.
    
    Por mi parte le sujetaba con fuerza por sus hombros, mientras enterraba más, y más mi instrumento.
    
    Él me decía que se sentía tremendamente bien, y la verdad es que no le molestó para nada el que yo le estuviese dando por el culo tan sabrosamente.
    
    No es que pensara en salir corriendo por el medio de la carretera y decirle a todos lo que yo le había hecho a mi jefe, pero una vez que me vine dentro de su culo, y descansó por un rato, él se pudo poner de pie sin ninguna dificultad o dolor.
    
    Luego se dirigió al baño se aseó, y expulsó todo lo que le había depositado dentro del, y al regresar a la cama tomó una toalla, y una palangana pequeña llena de agua, se recostó a mi lado, y no sé de dónde sacó la habilidad para limpiar mi verga.
    
    El cual una vez que hubo terminado, simplemente le provocó a manera de agradecimiento, el darme una buena mamada.
    
    Yo sigo trabajando para él, aunque ocasionalmente requiere de mis expertos servicios ...