La inocente Yeri. Cap7 Lo puta es de familia - Relatos Eróticos

La inocente Yeri. Cap7 Lo puta es de familia

... más de dos veces. Lamentablemente para el tipo, alguien llamó a la tienda y tuvo que regresar, mientras Yeri comenzó a cambiarse, el vestido de tirantes era muy pegado, hacía relucir el increíble cuerpo de esa jovencita, haciendo un esfuerzo le llegaba al nacimiento de sus nalgas, las cuales se veían aún mejor.

X: Mierda, qué bien te queda. - dijo regresando a la bodega.

Yeri: Tenías razón, si me quedó jaja

El hombre se acercó a ella para verla más de cerca, sus manos comenzaron a "acomodar" el vestido, pero en realidad era para manosearla, sentía sus manos recorriendo sus tetas, su cintura, cadera, mientras la veía con tanto morbo.

X: A ver, ven acá.

El tipo se sentó en un sillón que había ahí, Yeri se acercó a él y éste le dio la vuelta para que quedara de espalda, su culo quedaba justo a la altura de la cara del hombre, el cual miraba más de cerca, tomó el vestido y lo subió dejando sus blancas nalgas desnudas adornadas por esa tanguita de hilo negro.

X: Qué ricas nalgas tienes, esta tanguita que queda muy bien. - dijo comenzando a manosearla.

Yeri: ¿Tú crees? Nunca había usado una. - dijo en un tono excitante.

X: Me imagino, ya vi que te gusta andar sin calzones, sé lo que andas buscando y yo encantado te lo doy.

La excitacion tomaba el control de Yeri, nunca había sentido algo así, nunca se imaginó estar con un tipo de ese aspecto, sin embargo su cuerpo exigía verga y estaba más que encantada de ser la puta de ese hombre. Su vagina comenzaba ...

... a humedecerse aún más y en cuestión de segundos el hombre lo comprobó, hizo a un lado el hilo que se adentraba en sus nalgas y comenzó a meter sus dedos entre ellas para ser testigos de lo mojada que se encontraba Yeri.

Yeri: Uhmmm.

Comenzaba a pronunciar ligeros gemidos mientras sentía los gruesos dedos de ese tipo estimular su vagina, introdució uno de sus dedos y comenzó a moverlo dentro, mientras lamía sus nalgas, Yeri sentía como sus dedos se adentraban más mientras ella cerraba las ojos y disfrutaba de lo bien que se sentía. El tipo dejó su vagina y se recostó sobre el sillón, mientras Yeri aún permanecía de pie frente a él.

X: Qué rica te miras, a ver haz lo mismo que hacías, agachate y deja tu culito parado.

Yeri obedeció y se agachó nuevamente dejando sus piernas rectas, sus nalgas se veían increíble con esa tanguita color negro, el hombre se desabrochó el pantalón y lo bajó para liberar su verga.

X: Qué rica estás, desde que te vi ese día se veía que tenías buenas nalgas.

Yeri: ¿Te gustan mis nalgas, papi? - dijo moviendo su culo de un lado a otro.

X: Me encanta, te gusta ser una puta calienta vergas, ¿verdad?

Yeri: Me encanta muchísimo.

X: Ponte de frente y baja los tirantes, quiero verte las tetas.

Yeri obedeció y con un ligero baile sensual se fue dando la vuelta, tomó sus tirantes y los deslizó hacia abajo dejando al descubierto sus pequeñas y blancas tetas. El hombre comenzó a masturbarse poco a poco mientras veía a esa jovencita ...