La primera vez - Relatos Eróticos

La primera vez

... para darme castigo. Como un lobo a su presa, me atacaba por detrás apretándome contra la cama dejándome inmovilizada. Me hacía la conchita a su gusto y placer las veces que quería y, como no le era suficiente, sin pedirme permiso, me hacía la colita sin siquiera meterme uno, dos o tres deditos antes. Apenas una escupida.

Si habrá sufrido esa cola esa tarde, le pedía, no, le imploraba que pare. Lloraba suplicando que se detenga, y el estaba cegado por el vicio. Fue entonces cuando en un momento me dijo:

- “Pedime la leche Rubi, dale zorra”.

Y yo grité llorando desconsoladamente:

- “¡Quiero la leche, Damián!”

Y ahí fue cuando la pesadilla lasciva terminó.

Continuará.