El tormento de Elsa (revisado) 54 a 55 - Relatos Eróticos

El tormento de Elsa (revisado) 54 a 55

... a limpiar ese sucio coño a azotes para follarlo luego.

Gimiendo, Elsa, volvió a la posición de antes, cogió aire, apretó las manos y encogió los deditos de los pies, resopló.

-Destrozadme… soy vuestra. Destrózadme el coño a correazos…. y luego folladme, puercos.

Y sonriendo, uno a uno, fueron azotando el coño de Elsa que sin moverse, se limitó a chillar alguna vez y gemir casi siempre, llorando, respirando agitadamente, notando como la cera se desprende de su coño, su pubis, a medida que la misma superficie, ya roja por la cera caída, se enrojecia e irritaba aún más a cada azote, provocando un dolor atroz, y un placer sin igual,

Notando como el director, el último que lo hacía, se corría dentro de su irritado coño, Elsa gimió en un nuevo orgasmo mientras temblaba y gemía dando gracias.

Bajo ella, se acumulaba un charco de semen,pis, y su propio flujo tras el maratón de polvos al que la habían sometido sus cuatro torturadores tras arrancarle cada trozo de cera de su coño a golpes y después hurgando con la mano dentro de su húmedo e irritado agujero del placer.

-Limpia todo esto. - dijo su padre señalando el charco mientras empezaban a vestirse todos.

A cuatro patas, con el coño aun rezumando, Elsa obedeció y lamió como una perra todo el suelo mientras con una mano recogía lo que aún salía de su irritado y abierto coño y se lo llevaba a la boca. Cuando acabó, se quedó de rodillas ante su padre.

- Más… - dijo llorando - Quiero más.

Todos se miraron, ...

... volvían a estar empalmados, pero creian que habia sido suficiente por hoy.

- No, aqui no. En casa- dijo su padre.

>>Vístete, irás a casa andando, descalza, con estos zapatos en la mano.

Su padre le dió un juego de mocasines del colegio sin chinchetas dentro.

-Los otros ya están en tu mochila para que los lleves el lunes.

>>Irás acompañada de Andres.

-Si papi…. hmmm… y descalza…. quiero eso…. por favor… déjame ir siempre descalza…Soy una perra, los perros van siempre descalzos…. guau, guau…

Todos rieron, Elsa también y jadeó como si fuera un perrito.

-Oh, pequeña… Irás mucho tiempo descalza muchas veces, y si no, con los pies dentro de zapatos especiales. Tus pies sufrirán siempre.

Elsa sonrió.

-Gracias…. Lo merezco, merezco vivir descalza… Quiero vivir descalza.

Su padre sonrió.

-El día no ha acabado. En casa, seguiremos tú y yo, y mañana… Mañana celebraremos tu cumpleaños por todo lo alto en casita, tendrás muchos regalos especiales, y ya no vendrás al colegio hasta el lunes… Si es que estás recuperada.

-Si… quiero esos regalos de cumpleaños… todos… y si,volveré el lunes, aunque sea a rastras, descalza… desnuda…volveré y esperaré a que me usen como lo que soy,

Los cinco hombres se miraron sonriendo.

-¿Y qué eres? - preguntó el director sonriendo mientras acariciaba sus tetas con los pezones aun dentro de sí mismas, con las grapas marcando la fina línea.

-La perra del cole. Guau, guau,... arffff… guau….

Y todos, incluso Elsa, ...