1. María y Marta (parte 4)


    Fecha: 31/05/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Jaime M1, Fuente: CuentoRelatos

    ... ano dilatado y enrojecido de la enculada que le di antes.
    
    Al ver eso, enseguida me bajé los pantalones y saqué mi polla que obviamente llevaba durísima desde que Marta hizo la compra. No dude ni un instante en meterle de nuevo la polla por el culo. Antes de llegar al quinto piso ya estaba de nuevo follándome a Marta por el culo como si no hubiera pasado nada, con total naturalidad. Solo me dio tiempo a pegarle unas pocas embestidas cuando llegamos al quinto piso y se abrieron las puertas del ascensor.
    
    Con las puertas del ascensor abiertas, Marta se quedó unos instantes dejándose encular en la entrada del ascensor, desnuda de cintura para abajo, muy excitada y respirando muy fuerte por la boca. Después de todo lo vivido, lo último que le importaba era que alguien nos viera, lo único que quería era disfrutar de ser penetrada por el ano.
    
    Al poco rato Marta decidió salir del ascensor para ir al piso de Maria. La puerta estaba abierta y dentro del salón de la casa todo seguía igual, todo el sueño estaba lleno de manchas de saliva, flujo vaginal y semen de mi anterior corrida sobre las chicas. Marta y yo, al ver que no estaba María, salimos de nuevo a la escalera cuando oímos un ruido que provenía del piso de abajo. Era el sonido de alguien que se estaba atragantando, se oían arcadas y alguien tosiendo. Marta y yo nos miramos y no pudimos pensar otra cosa que no fuese en María.
    
    Bajamos por la escalera al piso de abajo, Marta seguía semidesnuda, sin su ropa, que quedó ...
    ... en el ascensor. A mitad de la escalera, sin bajar del todo, nos asomamos y vimos la puerta de una vivienda abierta, en ella estaba un hombre de pie y arrodillada delante de él una mujer totalmente desnuda. Se trataba, de quién si no, de nuestra amiga María. Estaba atragantándose con la polla de uno de sus vecinos. Se la estaba metiendo por completo en la boca, hasta el fondo, y provocándose ella misma unas fuertes arcadas que hacían eco en toda la escalera.
    
    Cuando el hombre comenzó a gemir, María sacó la polla de su boca, se la agarró con la mano y comenzó a pajearle mientras le miraba diciendo "Córrete en mi puta cara por favor!". Al instante, María recibió una corrida por toda su cara que ella misma se encargaba de distribuir moviendo la polla de su vecino por su cara mientras no dejaba de sacudirla. Cuando el hombre acabó de correrse, María se levantó y desde nuestra posición, Marta y yo pudimos ver cómo María tenía la cara cubierta de una espesa y gruesa capa de lefa blanca. Tenía un montón de chorretones por todo su pelo y otros tantos que le bajaban por el cuello. Las tetas las tenía enteras chorreantes de semen.
    
    Al ver esto, solo se podía pensar que unos cuantos hombres se hubieran corrido encima de ella. Eso se confirmó cuando vimos que Maria llamaba al timbre de la puerta del siguiente vecino. Cuando se abrió la puerta salió otro hombre de mediana edad que se quedó boquiabierto. Inmediatamente, María se arrodilló, le sacó la verga de su pantalón y se la metió ...
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